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Suerte y desvergüenza…
Noticia publicada a
las 01:17 am 25/08/25
Por: Rogelio Martínez Huerta.
Quizás, usted alguna vez haya vivido, en lo más profundo de sus sentimientos, una emoción que se califica como ENVIDIA. Tales fenómenos brotan cuando experimenta, “dolor por el bien ajeno”. Empero, no solo usted la padece, la envidia se conoce en la historia de los pueblos, como el mal de España. Todo lo contrario de Francia que sufre otro sentir que se tipifica como CODICIA, mientras Inglaterra enfrenta otro más grave que es la HIPOCRESIA.
De esos, el más terrible es el primero, porque lleva a los seres a causar males propios de enfermos de la mente. Ignorando que es la política la que conduce hasta lo más grave que nos heredó la conquista.
La causa está en que, la política da poder, dinero, presencia, fuero, riquezas, mujeres, casas, coches, mansiones Etc. Y todo a cambio de ser leal a los políticos más corruptos. La bronca está en que lo que se pudre en primera parte es el prestigio, la fama, la familia, quedando para el futuro una estela de putrefacción para varias generaciones.
De Gustavo Díaz Ordaz a López Obrador, la riqueza que tienen sus familias es tan esplendente que al igual que el amor no se pueden ocultar. Causando severas diferencias, malos sentimientos, repudio y sobre todo, rechazo que hunde en la vileza la admiración que se logró en toda una vida de trabajo y lucha.
Como la política requiere de ayuda y sostén de quienes tienen dinero contante y sonante, a la vida del político llegan todos aquellos que viven en el riesgo que existe entre la vida y la muerte. Usted puede poner a quienes desee que entreguen dinero y todos lo necesario al político en turno, que a su tiempo pagará los favores con puestos, fortuna o la muerte. Dependiendo…
Ane tal efecto, le advierto, que atrás de su carrera, abandonará los amores más hermosos que tuvo, que son la familia, los hijos, la esposa Etc. Porque usted, ante la vileza de la política, tiene que emigrar como lo han hecho todos los políticos. Que abandonaron para su mala historia los mejores afectos de quienes estuvieron cerca.
Empero, siempre hay que cambiar “algo por algo”, si usted cambió sus mejores sentimientos por dinero, poder, gloria y vanidad, ¡No se raje! Siga adelante hasta que la muerte los separe. ¡Total, ¡mundo ahí te quedas!
Aunque lo sugerente es que ¡robe!, ¡robe a morir! Lo demás al final, será lo de menos… Quizás, su suerte ya estaba marcada por el destino y de nada servirán los quejidos y el castañear de dientes, cuando se enfrente al peligro, que en la actualidad a eso conduce la mala política de México. Es cuanto…