Noticia publicada a las 01:37 am 03/07/25

Por: Adrián Ruíz.

Gobierno farsante. Los gobernantes en turno -todos-, se hacen de la boca chiquita cuando están en el poder. Acusan, señalan, exhiben a sus antecesores. Escupen para arriba. A pesar que son tan corruptos o más que los anteriores.
Alejandro Armenta, no es la excepción. En escasos 200 días, vía el “Choco” José Luis García Parra, ha concretado negocios millonarios.

Suficientes para pagar deudas del Museo Barroco, CIS, Agua de Puebla, segundo piso de la autopista. Todo el pasivo gubernamental. Y todavía les sobra.
Los dos personajes se apoderaron de los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial-. Lo que les permite hacer y deshacer con la falsa bandera de la 4T. Y la lambisconería ilimitada a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Lo de hoy y siempre de los gobernantes de Puebla. Es lavar y apoderarse de los recursos del erario público. Son expertos en evadir al fisco. Mentir sobre sus verdaderas intenciones: saquear sin límites.
Alejandro Armenta y el “Choco”, saben que algunas formas de evadir al fisco son los negocios restauranteros e inmobiliarios. Los insumos para restaurantes, están libres de impuestos y la opción de facturar libremente.
Los negocios de comida representan grandes oportunidades para los que saben evadir al fisco. Invierten en restaurantes. El “Choco” José Luis tiene varios en Cholula y Puebla – de los cuales dio cuenta La Entrega recientemente-.
Pero también junto con Alejandro Armenta se convirtieron en inversionistas inmobiliarios -estamos recabando la información sobre una construcción al sur de la ciudad-. Los “honestos” funcionarios son igual al común denominador de los servidores públicos: corruptos hasta la médula.
¿Porque existen en zonas fifís restaurantes a los que no se les para ni una mosca?. Pero facturan grandes ventas y realizan grandes compras de insumos en apariencia. Porque son las perfectas Easy -lavadoras- de dinero -un amigo y financiador de la campaña de Armenta, se dedica a eso, pero esa es otra historia-.
Mientras el fisco corretea a pequeños contribuyentes. Los nuevos restauranteros en Puebla se hinchan de billetes. ¿Será acaso que por ello la nueva clase política es restaurantera e inmobiliaria?.
Reciclar dinero público es el nuevo modus operandi del 2020 a la fecha. Lo siguiente es sencillo: fondean a paraísos fiscales en específico a Panamá.
Las carretadas de dinero salidas del erario público poblano proveniente de municipios y de la Secretaría de Finanzas no es novedad. Basta denominar “deuda pública” u “hoyo financiero”, para que hasta ahí quede toda investigación sea federal o local.
El SAT, sabe que las facturas falsas son cosa del pasado. Muchas son las empresas fachada en Puebla, operadas por prestanombres de políticos poblanos.
Armenta y el “Choco”, creen que engañan a poblanas y poblanos. Solos se delatan. Las caretas que utilizan se caen sin que se percaten. Los dos “alegres” compadres, incrementaron su soberbia. Se volvieron más insoportables de lo que eran. El dinero los transformó en “monstruos” ilusos.
¡”Cochinos” iguales!

Reporte del Informante
Ni la burla perdona. La petición de Alejandro Armenta a la ciudadanía de no dejarse intimidar por la delincuencia. Sin duda es una burla. Como evitar temer perder la vida en cualquier momento. Lo que es peor: la de algún familiar.
Cómo no tener miedo si a diario ocurren ejecuciones, atentados, secuestros. Sin que la Secretaría de Seguridad Pública, Fiscalía General y gobierno estatal, hagan algo para evitar tantos delitos.
Para Alejandro Armenta es fácil decir: que no se dejen intimidar. Cómo a él y su familia lo custodian las 24 horas del día, “chorrocientos” guaruras. Nada tiene que temer.
No es lo mismo andar solos por el estado poblano, que tener a los cuerpos policiacos a su servicio. Alejandro Armenta, debería evitar burlarse de los ciudadanos indefensos.
Sería ridículo no sentirse seguro con escoltas de la Marina, Ejército, policías ministeriales y estatales, que lo acompañan desde la salida de su domicilio en la calzada Zavaleta 44… a todo lugar al que se dirige.
Lo mismo para su esposa las 2 o 3 horas -máximo- que acude al DIF. Y la permanente vigilancia de sus hijos. Ninguno de ellos tiene que viajar en transporte público -primer peligro matutino-. Todos y cada uno tienen chóferes y guardaespaldas.
¡Callado se ve mejor!
ruizdur@hotmail.com

Fuente: REPORTE DEL INFORMANTE.

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