Noticia publicada a las 02:09 am 08/05/25

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Después de que Carlos Marx, Vladimir Ilich Lenin, Lev Davidovich Bronstein y otros seguidores, lucharon por el triunfo de la dictadura del proletariado, hasta ahora persiste la mala interpretación de “dictadura”, empero se interpreta como GOBIERNO. El capitalismo internacional nacido en Inglaterra, sigue bregando en su favor con la complicidad de monarquías,

Vaticano, judaísmo, ejércitos, policías internacionales, empresarios de grandes capitales y, sobre todo, contando con el apoyo de las familias que tienen poder mundial, ya que alegan ser descendientes directos de los dioses antiguos que gobernaron la tierra, y por ende, creen tener un linaje real.
Estas Familias son: Rothschild, Bruce, Cavendish (Kennedy), Windsor, Warburg, Sinclair, Hanover, De Medici, Habsburgo, Krupp, Plantagenet, Romanov y Rockefeller. Fuera de ellas, alrededor del 1% de la población mundial (la élite) controla al otro 99% de la población (a nosotros, es decir).
Fue Fritz Springmeier quien arrojó luz sobre estas líneas elitistas y desde entonces, la duda persiste. Pero el capitalismo internacional sigue depredando la vida en el planeta y en la futura instauración del nuevo orden tripolar. No creo que políticas, politiqueros, pobres en la miseria y gobiernos cómplices de los grandes capitales, convenzan con sus trampas, tortuosidades y fuerzas represivas “nacionales”, a los miserables que, en número de 3500 millones, sufren la falta de implementes básicos, medicamentos, trabajo o decididamente, gobiernos que luchen en su favor. Esto, porque no faltaran los caudillos quienes, al estilo de López Obrador, dirijan sus mentiras disfrazadas de falsa demagogia al pobrerío para convencer de su falsa bondad que se ha convertido en apoyos propios, cuando en realidad son de los erarios federales, estatales y municipales.
Ante todo, esto, la debilitación del capitalismo internacional ha tomado la decisión de compartir el negocio con países que sobrevivieron las guerras y las luchas internas, para surgir como potencias de gran poder. Siendo estos países los que atemorizan a los imperios de EE UU e Inglaterra, sin que falten Alemania y Francia.
Empero, los cambios van y con ellos, arrastran a los demás países por su fragilidad económica, social, cultural, industrial y sobre todo ¡Política! Como nos sucede en México, en donde el caudillismo se instaló y todavía no sabemos cómo, el pueblo mexicano que sufrió tres guerras intestinas, pudo aceptar un nuevo estilo de conducir al abismo político a quienes ha dado su vida en defensa de su país, tal y como lo dice la historia misma.
Solo falta que la lucha fratricida por el poder en México, despedace al movimiento del caudillo López Obrador y conduzca a una fatal división a su POLITICASTRIA, porque darle poder al hijo, dueño de miles de millones y/a una nepote, hija de una seguidora conspicua, no garantizan nada, ahora que nuestro país tiene clavado en su entrañas a los narcopolíticos que no sueltan prenda ni con las amenazas pueriles de Donald Trump, quien finge demencia, porque le interesa más satisfacer las adicciones de más de 45 millones de adictos en su país, que buscar equilibrio político en el Mundo. Ante todo, este franco galimatías, debemos esperar un poco, para gritar a voz en cuello: ¡las mujeres y los niños primero! Es cuanto…

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