Noticia publicada a las 01:20 am 24/01/25

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Trump como magnate, empresario o simple multimillonario, es más pequeño que Elton Mush. La designación de su presidencia, la hicieron los grandes dueños del capital que pertenecen a las 13 súper familias de los hombres más ricos del planeta. Mismos, que tienen en sus garras el futuro de la humanidad sin que les preocupe la vida o la muerte de más de ocho mil millones de habitantes del planeta.

Los festejos del triunfo de Trump los hicieron los poderosos empresarios de Estados Unidos, así como los pertenecientes al ALA DEREHCHA del hemisferio Occidental y claro que tienen sus razones. Porque haber ganado todo el poder del ejército imperial en E. U. Representa para ellos detentar el poder del CAPITALISMO, que, de doctrina depredadora, explotadora y criminal, ahora simplemente pasó a ser la hegemónica potencia en contra de los minúsculos avances de la izquierda, el liberalismo y del progreso y desarrollo elemental de la sociedad, para bienestar de las familias más pobres, las más misérrimas y las más olvidadas.
Este triunfo que le quitado el disfraz a los que se vistieron con los ropajes de una izquierda representativa, pero ineficiente; porque les gusta el dinero facilón, detentar el poder en beneficio de sus intereses y que mostró ante la sociedad del mundo la vileza de la hipocresía que se practica en España, Brasil, Venezuela, Nicaragua, México y Cuba. Muestra su crueldad, mientras la realidad de su frágil economía la viven los humildes en sus respectivos países donde permanecen en la enfermedad, el hambre, el dolor y todo eso que ocasiona el capitalismo depredador, ya salvaje o simplemente doctrinario.
En México, la presidenta Claudia Sheimbao disfruta el poder con su gabinete designado por AMLO, ella sigue mintiendo como forma de gobierno. No le importa ni el hambre de los pueblos, el saqueo de los erarios en las presidencias, gubernaturas, congresos, incluyendo al Congreso de la Unión y el Senado (que solo funcionan para defender tortuosamente las ansias de poder de quienes se quedaron saqueando) en tanto a los verdaderos izquierdistas del intelecto los sacaron o se fueron displicentemente a seguir analizando en sus libros, revistas, artículos, discursos, conversatorios o conferencias las contradicciones de las corruptelas de Morena.
Pero es indiscutible que hasta los izquierdosos que arribaron al poder con López Obrador, se quedaron defendiendo las migajas del poder que les distribuye la C T para que sigan engañando Al pueblo miserable de cuerpo y de conciencia.
Y como ya todo pasó, lo único que les queda es señalar con índice flamígero el desastre que de los programas que fueron una ilusión, hacen los coordinadores, delegados y empleados superiores de BIENESTAR que, en la campaña pasada, saquearon para pagar sus sueños de campaña y su anhelos de roedores. Así es…

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