Claudia Guerrero Martínez
"ENTRE LO
UTÓPICO Y LO VERDADERO"
Gilberto Nieto Aguilar
"LIBERTAD
Y EDUCACIÓN"
Martín Quitano Martínez
"ENTRE
COLUMNAS"
Evaristo Morales Huertas
"VERACRUZ
EN LA MIRA"
Luis Hernández Montalvo
"MAESTRO
Y ARTICULISTA"
César Musalem Jop
"DESDE
LAS GALIAS"
Ángeles Trigos
"AIDÓS
Q DíKE"
La mujer es lo más bello de la vida, cuidemos de ellas...
Chi va piano, va lontano
Noticia publicada a
las 01:03 am 28/11/24
Por: Luis Farías Makey.
Toda grandeza está radicada en lo profundo (Arendt), porque grandeza y profundidad se pertenecen recíprocamente. Como la fronda del árbol, sólo somos grandes cuando nuestras raíces hunden sus fibras en la profundidad oscura.
Lo que hace luminosa a la cima es lo umbrío del abismo.
Por su parte, el desarraigo responde a otras dimensiones, a las de anchura y superficialidad. Quien mucho abarca, poco aprieta. Los hongos se reproducen tan rápida y extensamente como efímera es su vida.
El movimiento, por su lado, desconoce la quietud que arraiga, el silencio propio del pensamiento, la paz de la comprensión, el añejamiento hecho historia y el apareamiento madurado en especie.
Los desesperados confunden las horas con los siglos y creen construir la eternidad en sus sueños mojados y desarraigo, por eso urgen cambiar el pasado, porque en él no se encuentran; por ello se fugan constantemente del presente, porque los cuestiona en lo más profundo de su vaciedad; y por tanto quieren definir para siempre el futuro, sabiéndose superficiales y superfluos.
La transformación lleva en sí misma su condena: transmutar a otra cosa, dejar de ser, fluir y finalmente desaparecer. Pobres de aquellos que constituyen Constituciones que tienen que reformar en días.