Claudia Guerrero Martínez
"ENTRE LO
UTÓPICO Y LO VERDADERO"
Gilberto Nieto Aguilar
"LIBERTAD
Y EDUCACIÓN"
Martín Quitano Martínez
"ENTRE
COLUMNAS"
Evaristo Morales Huertas
"VERACRUZ
EN LA MIRA"
Luis Hernández Montalvo
"MAESTRO
Y ARTICULISTA"
César Musalem Jop
"DESDE
LAS GALIAS"
Ángeles Trigos
"AIDÓS
Q DíKE"
La mujer es lo más bello de la vida, cuidemos de ellas...
¿Se redujo la pobreza en México?
Noticia publicada a
las 04:22 am 10/10/24
Por: José Zenteno.
Dicen que hay verdades, mentiras y la estadística. Yo agregaría que las estadísticas de la cuarta transformación siempre deben revisarse con cuidado porque suelen adaptarlas, encuadrarlas a un discurso más triunfalista que realista.
La presidenta Claudia Sheinbaum en su discurso de toma de posesión habló de 9.5 millones de mexicanos que “salieron de la pobreza”
como parte del legado de López Obrador en su paso por la Presidencia de la República. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social -Coneval-, un organismo público federal que realiza su trabajo con base en información del INEGI, tiene otros datos. Veamos que dicen las fuentes oficiales.
El Coneval reportó que en 2018 había 51.9 millones de mexicanos en situación de pobreza, mientras que en 2022 la población en pobreza descendió a 46.8 millones, una reducción de 5.1 millones, no de 9.5 millones como afirmó la presidenta.
El dato disponible es de 2022 ya que aún no se cuenta con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares -ENIGH- levantada en este 2024, la cual es el insumo para la “medición multidimensional de la pobreza” y sus resultados estarán disponibles hasta el verano del 2025.
Los 5.1 millones de mexicanos que salieron de la pobreza, que equivalen a una reducción del 5.6 por ciento, es un resultado importante y nada desdeñable. El dato se confirma por el propio Coneval cuando señala que la población no pobre y no vulnerable por una carencia social pasó de 29.3 millones en 2018 a 34.9 millones en 2022, un incremento de 5.5 millones de mexicanos no pobres y no vulnerables.
La pobreza medida por el ingreso es una metodología utilizada en todo el mundo. Se establece mediante la estimación del costo de 2 canastas, una básica de alimentos y otra de alimentos más algunos satisfactores adicionales como educación, transporte, esparcimiento, entre otros. Quien tiene un ingreso superior al costo de esa canasta básica se considera que superó la condición de pobreza alimentaria, llamada de pobreza extrema por ingresos. Quien ingresa por encima del costo de la canasta de alimentos y otros satisfactores sale de la población en pobreza por ingreso.
La reducción de la pobreza extrema por ingresos fue de 1.9 millones de mexicanos, al pasar de 14 millones en 2018 a 12.1 millones en 2022. La población que vive en pobreza por ingresos pasó de 49.9 millones en 2018 a 43.5 millones en 2022, una reducción de 5.7 millones.
Preguntémonos ¿Qué hizo el gobierno para conseguir esos resultados? Quitó dinero a unos programas para entregarlo vía transferencias de efectivo. Esto lo podemos verificar en los datos del propio Coneval en donde señala que 30.3 millones de mexicanos dejaron de tener acceso a servicios de salud y 1.5 millones a servicios de educación.
Por otro lado, creció la participación de las transferencias como porcentaje del ingreso de las familias, lo que significa que los programas sociales y las remesas de los paisanos ahora ocupan un mayor porcentaje del ingreso en las familias, en detrimento de los ingresos del trabajo. Las transferencias pasaron de representar el 15.3 por ciento del ingreso en 2018 al 17.2 por ciento en 2022, y los ingresos del trabajo representaban el 67.3 por ciento y bajaron al 65.7 por ciento en el periodo.
En resumen. Ya le busqué la manera de llegar a los 9.5 millones que según la presidenta Claudia Sheinbaum salieron de la pobreza gracias al gobierno de López Obrador, y nada más no están. A pesar de que la reducción de la pobreza en términos de ingresos si es real, también el dato es frágil ya que muchos de esos millones de mexicanos rápidamente podrían regresar a una situación de pobreza. Fueron las transferencias, no la generación de capital, ni la reducción de vulnerabilidades, lo que los tiene en esta nueva condición.
La presidenta Sheinbaum, que además es científica, debería de hacerle más caso a su sentido racional que a su militancia. El futuro del país está en sus manos y la autocomplacencia o el autoengaño de nada sirven. Los últimos 6 años fueron de jarabe de perico y atole con el dedo, ya párenle.