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Juan Francisco Beckmann y su familia suma 158 630 millones de dólares, esto es, alrededor de la quinta parte de lo que valía la deuda pública de México hasta mayo de 2024.
Durante el gobierno de López Obrador que concluye su gestión el primer segundo del 1º de octubre, la riqueza de Carlos Slim Helú, presidente de América Móvil, se incrementó 78.1%, al pasar de 52 900 millones de dólares a 94 200 millones. La de Germán Larrea Mota Velasco, el voraz director ejecutivo de Grupo México, la minera más grande del país, y concesionario también de la extensión más grande de vías mexicanas de ferrocarril, despegó 944.2%, al incrementarse de 3 600 a 37 mil 800 millones de dólares. Y, finalmente, la de Ricardo Salinas Pliego presidente de Grupo Salinas, creció 28.7%o, de 10 100 a 13 000 millones de dólares. Este magnate debe al Sistema de Administración Tributaria alrededor de 60 000 millones de pesos que se litigan hasta en la Suprema Corte, donde goza de influencias con Norma Lucía Piña.
Apenas el pasado fin de semana, el titular del Ejecutivo federal destacó durante una gira de trabajo con la virtual presidenta electa –que no es lo mismo que “presidenta electa” como le llama– que a raíz de la política social impulsada durante su mandato, 30 millones de familias reciben alguna transferencia monetaria de programas sociales, y el resto de la población se beneficia con al aumento del consumo, de tal manera que “a todos los mexicanos les está yendo bien”.
Así lo explicó Obrador: “Imagínense, no hay un empresario de los grandes que haya fracasado; al contrario, todos han tenido utilidades, y hay empresarios que han incrementado con su trabajo y con su capacidad empresarial, creando empleos y de manera legal, han aumentado hasta el doble su fortuna. Los banqueros, me da hasta pena decirlo, pero en el gobierno nuestro, el año pasado, este año, es cuando más ganancias han tenido los bancos en toda la historia de México”.
El de la banca muchísimo más extranjera, trasnacional que mexicana, era el ejemplo favorito de AMLO. Desde 2019 anunció a los banqueros que no alteraría las reglas del juego de la operación bancaria y financiera. Y pidió a cambio a los barones del dinero que moderaran los costos de los envíos de las remesas de nuestros paisanos en USA. Les salió baratísimo porque siguen cobrando el doble y hasta el triple por los servicios que ofrecen en sus países de origen. Puede ser legal, pero es una gran inmoralidad, un asalto a la luz del día. Y las amenazas verbales de Ricardo Monreal desde el Senado quedaron en simple discurso de lucimiento, pero alteraron las cotizaciones bursátiles de los bancos y algunos ganaron con la maniobra.
Por supuesto que no faltan los que descubren el hilo negro al hablar de que el “neoliberalismo está vivito y coleando” con la 4T. Así es y ninguno de los que conducen el proceso y deciden, ofreció aniquilarlo. Lo más que puede esperarse es que achaten o limen las aristas más filosas del capitalismo salvaje, más conocido como neoliberalismo, que avancen en la construcción de un estado de bienestar y en el acotamiento de la oligarquía como poder fáctico.
Acuse de recibo
Agradecible corrección de Arturo Sandoval a la Utopía del día 24: “Mi querido Eduardo, creo que utilizas la palabra royo en el sentido que creo, que es demasiada palabrería, si es así ¿sería rollo?”… Remembranza de Elba Pérez sobre el primer presidente de la Unión de Periodistas Democráticos, Renato Leduc, “telegrafista, escritor, poeta y periodista, quien defendió las luchas del pueblo, entre otras la defensa de los presos políticos (…). Particular reconocimiento le tenemos, por haber sido testigo en la causa en contra de mi papá José Encarnación Pérez Gaytán, preso político por el movimiento ferrocarrilero de 1958-1959; al igual que al pintor, muralista y militante comunista David Alfaro Siqueiros, aunque en días posteriores (…) fue encarcelado por el gobierno de Adolfo López Mateos. Leduc participó junto con Siqueiros, Mario Padilla y el dirigente campesino Arturo Orona, entre otros, en el Congreso Pro Libertad de los Presos Políticos, en julio de 1960, realizado en el local del Sindicato de El Ánfora, en la colonia Morelos. A los trabajadores de este sindicato se les debió mucho por su solidaridad con diferentes movimientos laborales, también a los de la Euskadi. Renato igual peleó por la libertad de Manuel Marcué Pardiñas, director de la revista Política, preso en 1968, y antes por Ramón Danzós Palomino, detenido en Puebla, en 1964, así como por el dirigente campesino poblano Doroteo Fernández de Lara, en 1970. Ambos, comunistas”.
Fuente: Índice Político.
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