para crear malestar en la población con fines meramente electorales y concretamente en contra del actual gobierno.
Esta tendencia la he visto en tiendas de autoservicio, supermercados y tiendas de conveniencia. Por ejemplo este miércoles tuve que comprar un detergente en una tienda de conveniencia cercana a mi casa.
El único detergente para ropa estaba en anaquel en 47 pesos. Cuando llegué a la caja, me dijo la encargada que el precio real era de 55 pesos. Desde luego que protesté y le expliqué a la señorita que me tenía que respetar el precio más barato, de acuerdo con la ley del consumidor.
La dependiente, a quien conozco por ser trabajadora en varias tiendas de conveniencia cercanas a mi casa, me dijo más o menos algo así: “Discúlpeme, por favor, usted sabe que si se lo doy en 47 pesos yo tengo que pagar la diferencia, porque en la computadora ya aparece en 55 pesos. No sea malito, sabe que no es cosa mía”.
No fui “malito” y le pagué los 55 pesos, pero la dependiente me explicó que un día antes le habían pedido (el supervisor, representante del dueño de la tienda, quien obtuvo una de las franquicias de una cadena de tiendas de conveniencia) que reetiquetara más de 30 productos y no había tenido tiempo de cambiar la etiqueta del anaquel.
“Mire, me dijo, le subieron a casi 40 pesos y costaban solo 20 pesos. Y así tengo que cambiar casi todos los anaqueles. Ni dormí por estar cambiando los precios toda la noche”.
Un día antes me sucedió algo similar con un papel higiénico en una de esas tiendas de club, en donde un mes antes el papel costaba alrededor de 100 pesos y le habían subido a casi 180. Y le pasó lo mismo a mi esposa en supermercado: una lata que costaba 15 ya estaba en 25 pesos.
Tras estas experiencias de días recientes, solo me quedó una idea: creo que algunas personas, sobre todo los enemigos de la cuarta transformación, están aumentando precios para que el consumidor se moleste y vote en contra del actual Gobierno.
¿Es culpa del Gobierno que empresarios sin escrúpulos aumenten los precios sin ton ni son?
Definitivamente no.
¿Son justificados estos aumentos?
Definitivamente no. Son abusos.
Y así lo pueden demostrar los datos.
-De acuerdo con el INEGI, en abril de 2024, el Índice Nacional de Precios al Productor, incluido petróleo, aumentó 0.63 por ciento a tasa mensual y 2.56 por ciento a tasa anual. En el mismo mes de 2023, incrementó 0.07 por ciento a tasa mensual y 1.28 por ciento a tasa anual. Esto significa que los precios los que compran os productores se encuentran por debajo de la inflación general, por lo que los precios generales deberían comenzar a bajar.
-La Asociación Nacional de tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), informó que las ventas totales en abril crecieron 3.5 por ciento en abril, con relación al mismo mes del año pasado. El monto de las ventas al cuarto mes de 2024 ascendió a 489 mil 100 millones de pesos y el avance con respecto al mes anterior fue de 0.6 por ciento, en sus 49 mil establecimientos afiliados.
-La Encuesta Mensual de Servicios del INEGI revela que en marzo los ingresos de las empresas de este sector crecieron 3.9 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, el de personal ocupado total, aumentó 2.5 por ciento, los gastos totales subieron 1.1 por ciento y las remuneraciones se incrementaron 10.3 por ciento. Es decir que los gastos crecen tres veces menos que los ingresos.
-En su encuesta de empresas comerciales, el INEGI dio a conocer que en las empresas de comercio minorista, a tasa anual y sin el factor estacional, los ingresos reales aumentaron 0.6 por ciento; el personal ocupado total, 0.7 por ciento y las remuneraciones medias reales 8.8 por ciento, durante marzo. En el tercer mes de 2024 y a tasa anual, en el comercio al por mayor los ingresos reales por suministro de bienes y servicios subieron 2.7 por ciento y las remuneraciones medias reales pagadas, 7.3 por ciento. El personal ocupado total cayó 0.7 por ciento. Las cifras significan que las empresas que venden al por mayor y que especulan con los precios tienen mayores ganancias que las que venden sus productos directamente al consumidor.
-En los más recientes datos sobre el Producto Interno Bruto a precios corrientes, se indica que el comercio al por mayor representa tres billones 380 mil millones de pesos y significa 10.9 por ciento del PIB total
– El Comercio al por menor, en donde compramos los consumidores representa tres billones 304 mil 686 millones de pesos que representan 10.6 por ciento del PIB total.
Y ¿qué sucede con el comercio en general?
Primero que nada, las grandes empresas comerciales (tiendas de autoservicio y de competencia cotizan en la bolsa, por lo que tienen que pagar trimestralmente ganancias a sus accionistas y en casi todos los casos ha habido utilidades históricas en diversos periodos de este sexenio, incluyendo sobre todos los de alta inflación.
Y ¿Quiénes son los dueños de esas tiendas?
De Soriana, la familia Martín Bringas que ha sido opositora a la Cuarta Transformación.
Chedraui, de Antonio Chedraui Eguía, tampoco cercano al actual Gobierno.
La Comer, de la familia González Nova, que no le conocen sus filiaciones políticas, aunque sí son cercanos a los medios de comunicación.
WalMart, desde luego pertenece a la familia estadounidense Walton, aunque en México también cotiza en la bolsa y tiene accionistas y consejeros opositores a la Cuarta Transformación.
Oxxo pertenece a Fomento Económico Mexicano (FEMSA) y la preside El Diablo, José Antonio Fernández Carbajal, abierto opositor a la Cuarta Transformación y quien ha financiado a organismos opositores.
Circulo K pertenece a una cadena canadiense, aunque en México la dirige Carlos Kalach, quien podría ser aliado del actual gobierno porque uno de sus familiares ha sido negociador internacional comercial del Gobierno.
Super 7 pertenece a accionistas estadounidenses, aunque en México ha sido manejada por la familia Chapa Salazar, opositora a la Cuarta Transformación.
Con todos estos datos es posible pensar en que existe una reetiquetación de precios con motivos electorales.
Creo que sí y que estos opositores, al subir precios (repito, de manera criminal) logran dos objetivos (o ganar-ganar, como dicen los empresarios): causar malestar entre la población para que no vote por la continuidad del actual Gobierno y ganar más para sus accionistas.
¿Se Vale?
No.
Dice el filósofo del metro: la inmoralidad sí se vende, pregúntenle a los ricos.
Tianguis
Tras más de dos semanas presiones como cartas, iniciativas de ley en Estados Unidos y hasta declaraciones del secretario de Estado del vecino país del norte, Antony Blinken, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a exhibir el daño causado por la empresa Sact-Tun, antes Calica, propiedad de la estadounidense Vulcan Materials y dijo que por motivos ambientales, el Gobierno mantendrá cerrada la planta de 12 mil 500 hectáreas en Quintana Roo, mientras se mantienen los litigios internacionales…
Fuente: Índice Político.
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