Noticia publicada a las 06:29 am 13/05/24

Por: Redacción.

Lo hemos dicho aquí ya más de una vez, pero para algunos recalcitrantes anteriores y otros bienvenidos y recién llegados lo repetiremos una vez más:
Hay Masones de Logia, y Masones de verdad.
Masón de Logia.
- Acude cuando puede a su Logia, oliendo a perfume,

recién afeitadito, con el traje negro rigurosamente nuevo, sus zapatitos de charol, y su insignia en la solapa, que junto a su gran y deslumbrador anillo dorado con el compás y la escuadra van gritando al mundo que ¡Ahí va un masón!.
- Sale en todas las fotos, y figura en toda las Logias Abiertas (Tenidas Blancas) y participa en todos cuantos actos públicos organiza su Logia, posicionándose en las primeras filas para ser bien visto luego en las fotos.
- Cuando entra el Templo, no se desprende de los metales, pues son suyos y teme que algún Hermano se los quite o los pida prestado sin permiso.
- En el Templo, está mas pendiente de su imagen, y de la caida perfecta del mandil y de la banda, que del ritual y las obligaciones de su cargo sean cuales sean.
- Una vez fuera del Templo, se olvida de sus virtudes masónicas, que no ha llegado a comprender del todo, y es el mismo profano que ha sido siempre, preocupado por causas y quitas mundanas que nada tienen que ver con la edificación masónica.
Masón de Verdad.
- Acude a todas las Tenidas de la Logia, pero rehúye las fotos o la popularidad o los actos públicos donde pueda ser identificado como Masón.
- Cuando entra en el Templo, asume una postura de recogimiento, habiendo dejado todos los metales fuera del mismo, trabajando en su interior y para el bien común de su Orden y su Logia en particular, ayudando a la celebración de la Liturgia, aunque a veces se le olvide ponerse los guantes a tiempo, o tenga el mandil torcido o le cuelgue en la barriga.
- Cuando sale del Templo, es un ejemplo de ciudadanía, solidaridad, y buen comportamiento, lo que vulgarmente se entiende por "un hombre bueno". Sus costumbre son irreprochables y en más de uno causa admiración sin pretenderlo, por lo que a veces alguien le pregunta a qué se debe, y este responde no sin cierto orgullo "Soy Masón, miembro de un grupo de hombres y mujeres libres, sanos y de buenas costumbres". Masón a tiempo total. 7 días a la semana, 30 días al mes, 365 días al año, 366 los bisiestos.
ESO! es un Masón.
Hay personas en este mundo, que entran en la Masonería. Y también hay Masones de mucha enjundia y mucho grado, en los que aún no ha entrado la Masonería.
Quien quiera leer, lea, quien pueda comprender, comprenda, quien quiera pensar, calle y medite.
Pongamos Orden en el Caos!
T:.A:.F:.
Un Hermano Mas.
MASONERIA ANTIGUA OPERATIVA.´.

Fuente: Facebook.

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