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La vida de los muertos

Noticia publicada a las 01:36 am 25/06/22

Por: René Delgado.

En lo que va del siglo, éste y los anteriores gobiernos han fracasado ante el crimen y, aun así, los partidos se resisten a impulsar una política de Estado que responda al desafío.
La evidencia —amasijo de sangre, violencia y miedo con pérdida de vidas, integridad, patrimonio, derechos y libertades— ya es inocultable: la política anticriminal de éste y los tres gobiernos anteriores ha sido un fracaso.

Un fallo donde la nación aparece como conejillo de indias de la política y rehén del crimen, desarrollando en silencio una inconcebible tolerancia ante el cautiverio, donde la indiferencia o el olvido han sido su refugio.
No es para menos. A un problema de Estado que se ha prolongado a todo lo largo de este siglo se le ha pretendido dar un remedio de gobierno. Ni por error, a los partidos se les ha ocurrido diseñar, negociar y acordar una solución a la talla del problema: una política de Estado. Tal ha sido la miopía y la mezquindad política.
Así, la nación ha visto sin chistar —salvo cuando conoce nombre, rostro y alma de la víctima en turno o cuando la espuma de la rabia ya no puede retenerla— cómo la paz y la justicia sucumben ante la impunidad y la violencia. Ha visto sin asombro cómo, sexenio a sexenio, cambia sin dirección ni rumbo la política de seguridad y aumenta, migra o se diversifica la actividad criminal, mientras los gobiernos y partidos se disputan el trofeo de la ignominia y las organizaciones delincuenciales pelean el territorio que, en muchos sitios, es una fosa oficial o clandestina.
Durante estos últimos veintidós años, los asesinados ya casi suman medio millón y enerva saber que los próximos muertos todavía tienen vida y pasarán a formar parte de la estadística de la desvergüenza. Sin hablar de las decenas de miles de desaparecidos: un promedio de veintiocho al día.

Con ínfulas o disfraz de payaso con botas, estratega con casaca, dandi con gomina o humanista con opción múltiple, el actual y los últimos tres presidentes de la República no han asumido la jefatura del Estado y, a veces, ni la del gobierno en materia de seguridad pública.
En el mejor de los casos y en su momento, los mandatarios han pretendido administrar sin resolver el problema para luego patearlo al siguiente sexenio, rogando que la sangre no les manche mucho las manos y la conciencia, ni les obligue a llevar a la tintorería la banda tricolor que tanto les fascina terciarse al pecho.
Así, según la ocurrencia en turno y al margen de su signo político, los titulares del Ejecutivo han aparecido o desaparecido, rellenado o vaciado la secretaría de Seguridad; inventado o eliminado cuerpos policiales; reformado, contrarreformado y deformado a capricho la Constitución y las leyes; intentado concentrar o dispersar el mando policial; asumido o delegado a conveniencia responsabilidades con los gobernadores; fortalecido, debilitado u olvidado a las policías estatales o municipales; combatido selectivamente a los cárteles criminales y…, en todos los casos, le han fallado a la ciudadanía, distorsionado la función de las fuerzas armadas y abierto ventanas de oportunidad al crimen al hacer de la indefinición la política constante.
La parte más patética de esa política sexenal es la postura de los partidos, según estén o no en el poder. Olvidan su propio error, señalando que el del contrincante lo supera. El eje de su actuación no es el acierto, sino el error del otro, el pasado o el siguiente. Qué importa el Estado de derecho y la justicia. La paz es el bienestar en el sepulcro.
Los tres partidos han desfilado en el poder, dejando por única certeza que la alternancia no ha logrado erigirse en alternativa y sí, en cambio, le ha facilitado el quehacer al crimen.

Harta oír que, diciéndose diferentes, esos gobiernos esgrimen o han esgrimido los mismos argumentos cuando, en su turno, les ha tocado encarar alguna crisis o tragedia provocada por el crimen.
Actúan como una calca. Tras la matanza, ejecución u homicidio reportan haber reforzado la seguridad en el lugar del crimen y acordonado el sitio, haciendo gala de la eficacia inútil. Informan tener identificado al o los autores del delito porque, desde hacía años sabían de sus fechorías. Juran que dejarán caer todo el peso mosca de la justicia sobre el culpable, a sabiendas del peso completo de la impunidad. Satisfecha la etapa de las declaraciones tronantes sin consecuencia, sólo esperan que la próxima tragedia no sea del tamaño de la anterior. Hasta allá ha llegado el cinismo.
El cuento ha sido el mismo y ninguno, ni el actual ni los anteriores gobiernos han tenido la entereza, la generosidad ni la talla para convocar al conjunto de los partidos a negociar y acordar una política de Estado que, sin importar qué fuerza esté en el poder o llegue a él, sostenga una estrategia transexenal viable y posible para hacer un esfuerzo y reponer la paz con justicia, libertad y seguridad. No, anteponen sus diferencias y mandan al diablo a quienes dicen representar que es la ciudadanía.
El crimen ha roto el tejido social, complicado la economía, penetrado a la política y deteriorado el peso y la imagen del país en el exterior y, aun así, se insiste en hacer o, incluso, en dejar de hacer lo de siempre, en lugar de ensayar en serio una política de Estado que responda al desafío del crimen.

Los veintidós años de este siglo hablan muy mal de los gobiernos y los partidos que han desfilado y alternado en el poder, pero no sólo de ellos.
También habla mal de la sociedad que del cautiverio ha hecho su hogar y, pese a la evidencia, sólo esporádicamente se queja o protesta. Pese al dolor y la rabia, la sociedad ha sido incapaz de impulsar un movimiento sostenido que recupere las calles, plazas y caminos que le pertenecen en los cuales pueda vivir con seguridad y sin miedo, con justicia y libertad.
¿Cuántas fosas faltan por excavar antes de sembrar la semilla de la paz?

Fuente: EL FINANCIERO.

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*** SINOPSIS INFORMATIVA ***

ALGUNOS TIPOS DE GOBIERNO NO CAMBIARÁN...
No ganó el PRIAN pero algunos gobiernos a pesar de ser de "MORENA", están pintados de azul o rojo, más no de guinda. Pero esperemos que el Presidente AMLO logre su plan de austeridad en toda la república, porque en algunos municipios aún se dan el lujo de gastar y robar los recursos a manos llenas a espensas del pueblo.

FUTURO INCIERTO PARA TEHUACÁN
En panorama económico para la ciudad de las granadas es fatal, en primera porque no hay inversionistas que deseen arriesgar su capital de forma seria y lo que sobra son especuladores, o dueños de capitales golondrinos que llegan “lavan” y se van a realizar la transa en otros países o Estados de la República.

SÍNTESIS DE TEHUACÁN
Este medio digital cumplió 17 años en esta gran lucha por informar a Tehuacán y alrededores, aún más allá de donde nuestra vista alcanza hemos logrado obtener lectores hispanos en otros países tanto en este continente como del otro lado de las aguas... hemos recibido críticas, amenazas, despojos y demás pero es muy fácil escribir sin firmar sus letras o incluso hablar detrás de un anónimo, a ellos agradecemos que nos tomen en cuenta, pero más a los que nos brindan su preferencia y se suman a la gran cadena de los que quieren saber un poco más cada día. Síntesis de Tehuacán les desea salud, trabajo y nuevas experiencias hoy y siempre.

POLÍTICA A LA MEXICANA
Sé que Morena es la promesa de la transformación de la política en el país, el Estado y la ciudad, porque sugiere una transformación de modelo económico. Pero después de la muerte de Barbosa y la llegada de Céspedes Peregrina a la Gobernatura de Puebla dejará mucho que desear puesto que es un mundo de latrocinio y simulación disfrazado de trabajo, el cual esperemos se termine a la salida del antes mencionado. Ya rendirán cuentas cada uno de los barbosistas al finalizar su supuesta gestión.

NO HAY CAMBIO CON POLÍTICOS CORRUPTOS Y MOCHOS
Un gran periodista que fue don Roberto Blanco Moheno dijo que: “para lograr transformaciones firmes, había que romper con los arcaicos moldes”. Y de esa manera tituló a su columna por el tiempo que la escribió.

EL PESO
El peso se ha fortalecido frente al dólar en su cotización oficial en lo que va de la gestiòn de AMLO. Esperemos termine mejor en este sexenio y veamos que nos depara con el sucesor.

YA 4 AÑOS...
Este año 2023, se cumplen enormes logros con pensiones y apoyos que quedaron grabados en la constitución. Algunos locos ya comen ansias por iniciar formalmente sus campañas, sin saberlo deberán esperar casi un año para presentar sus propuestas a Andrés Manuel en su Proyecto de 2024, pero el ya tiene en mente una buena jugada para ese entonces.

Alberto Cortez: "Arriba la vida...".

Estos libros recomienda el STAFF de Síntesis Tehuacán para ilustrarse acerca de lo que pasa en la actualidad.

 

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