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El de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, tendría que estar preocupado porque aparece entre los mandatarios con un nivel de aprobación menor al promedio y eso que su nivel de desgaste en el ejercicio del poder ha sido mínimo comparado con quienes lo acompañan entre los no tan queridos, que se enlistan en este orden: San Luis Potosí, Guanajuato, Chihuahua, y Campeche, con por lo menos 40 por ciento de aprobación; siguen el Estado de México, Colima, Puebla, Guerrero, Morelos y Michoacán, con por lo menos 30 por ciento, y hasta el fondo, Nuevo León y Baja California.
Tener 38 por ciento de aprobación y 25 por ciento de desaprobación a un mes y 10 días de gobierno no es algo para presumir y sí para empezar a ocuparse en la toma de decisiones de fondo, que marquen una diferencia no cosmética con Rafael Moreno Valle Rosas y José Antonio Gali Fayad, dos de sus antecesores contra quienes Barbosa arremete cada que se le presenta la oportunidad. Si sólo el 63% de la muestra tiene una opinión, el 37 por ciento aún está indeciso.
“Yo seré gobernador de todos, de todos los Puebla. Vamos a hacer un gobierno que tenga propósitos de equidad, de equilibrio, de buscar la igualdad, pero hay que tener presente que cuidando a todos, por el bien de todos, primero los pobres”, dijo durante el mensaje de su toma de protesta.
Del jueves 1 de agosto al jueves 12 de septiembre, su cercanía con personajes que estuvieron en la burbuja morenovallista, sea como operadores o simples personeros, siembra más dudas y desconfianza que certezas, porque su aparato de comunicación social no ha sido capaz de generar la percepción de que se integra un gobierno plural, por ejemplo.
Si nos atenemos a los números de la encuesta de El Financiero podemos darnos cuenta de que no ha impactado nada la revelación de que la deuda de Puebla asciende a 44 mil millones de pesos y de que son responsables de ese endeudamiento Moreno Valle, Gali Fayad e incluso, aunque en menor medida por el tiempo que estuvo como gobernador interino, Guillermo Pacheco Pulido. Fue un golpe mediático nada efectivo.
La aprobación que le da la encuesta no revela grandes cambios en sus niveles de aceptación. Recordemos: Barbosa Huerta, candidato de Morena, PT y PVEM, ganó la gubernatura con 44.67 por ciento de los votos en una jornada electoral en la que apenas hubo una participación ciudadana de 33.41 por ciento.
Y eso no es todo.
Este jueves también El Financiero publicó una encuesta en la que se informa que el presidente Andrés Manuel López Obrador cuenta en Puebla con 75 por ciento de aprobación y 23 por ciento de desaprobación; el mayor apoyo popular lo tiene en su estado natal, Tabasco, donde alcanza 86 por ciento de aprobación y 13 por ciento de desaprobación, le siguen Nayarit y Oaxaca, donde goza de una aprobación de 84 y 81 por ciento, respectivamente.
Sí, en Puebla López Obrador tiene 75 por ciento de aprobación y el gobernador Barbosa Huerta 38 por ciento, este último tiene prácticamente la mitad de los números del presidente de la República.
La lectura es fácil: Luis Miguel Barbosa y su gabinete tienen demasiado trabajo para, como dijo al rendir protesta, convencer a ese porcentaje de poblanos que no sólo no votó por él, sino que ni siquiera fue a las urnas a anular su voto. Aún están a tiempo de corregir decisiones inentendibles.
El jueves 29 de agosto, Julio Glockner, titular de la Secretaría de Cultura, dijo que la reinauguración funcional del Museo Internacional Barroco, es una de las prioridades de la agenda de la secretaría. “La sorpresa, agregó, va a ser grande. En la segunda quincena de octubre vamos a anunciar una reinauguración funcional, se van a quedar sorprendidos… estamos estudiando posibilidades de la reubicación de algunas piezas, reutilización de las salas del museo y estamos trabajando en eso”.
Decisiones erráticas como que primero Barbosa haya anunciado la compra de mil patrullas y luego decida rentar ese mismo número de vehículos mediante la licitación GESAL-002-456/2019 de la Secretaría de Administración, dejan bastante mal parada a la administración estatal. ¿Por qué nadie de su gabinete sale a aclarar ese cambio de decisión?
Gobernaré para todos, dijo Barbosa Huerta en su toma de protesta, y en sus palabras va implícito aquel millón 152 mil 978 sufragios válidos que se inclinaron por Martha Erika Alonso en las elecciones de 2018.
Al paso que van con la toma de decisiones la sorpresa a la que se refiere Julio Glockner la tendrán los candidatos de Morena en las próximas elecciones intermedias…, y nadie de Morena en su sano juicio cree que eso le agrade al presidente Andrés Manuel López Obrador, ¿o sí?
@IsraelV_mx / israelvelazquez@gmail.com
* Director editorial de www.datamos.com.mx
Fuente: E-consulta.
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