Noticia publicada a las 01:11 am 09/05/19

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Las elecciones no prenden en el gusto de la gente, falta algo que haga funcionar el ánimo popular y se debe a que en lugar de propuestas, oímos, leemos y nos enteramos de ofensas, insultos, campañas negras, anónimos y calumnias, como si de esa manera creciera la simpatía por el PAN y su candidato sin partido, sin ideología y sin principios. Porque si en el PAN que es su entidad política no lo quieren, mucho menos en otras organizaciones de las que salió por ambicioso y contumaz.

El atractivo popular hace un año, fue la súper campaña realizada a ras del suelo de parte de AMLO y su visita constante a los municipios de todo el país. Creció la simpatía y a la par, el deseo de una transformación de la realidad del país, aunque en el fondo las cosas sean casi imposibles de realizar, porque los enemigos no están muertos y los vemos resentidos, organizados y agazapados en cada ciudad por pequeña que sea.
A este resultado que fue maravilloso, la realidad se enfrenta con las actitudes de presidentes y funcionarios de Morena que se disfrazaron de chalequito morado y ocultaron en el fondo su nimiedad ideológica, su rencor por la izquierda y de paso camuflaron sus torcidas ideas de rapiña que salieron en cuanto tomaron el poder, como sucedió en Tehuacán con la banda de facinerosos del ayuntamiento municipal. En Xalapa, Ver., donde el presidente y el gobernador por su mediocridad no pueden con la responsabilidad y de paso en Cuernavaca Morelos en donde Cuauhtémoc Blanco no sabe cómo se gobierna, porque no es lo mismo pegarle al balón que hacer gobernanza y tratar los problemas ácidos de un pueblo olvidado por la impunidad y la corrupción de Graco Ramírez.
Esto lo han visto los políticos del PRI, que bajita la mano se organizan para luchar con deseos de ganar la elección, porque han estudiado los deslices de Morena y las broncas provocadas por ex priístas al interior del Partido de la Regeneración en una lucha antropófaga de criminales ambiciosos y llenos de soberbia, que no solo querían esta candidatura, sino se desquician al pensar en la del 24 y que es de la presidencia de la República, para la que se ve que varios hacen campaña negra y blanca.
En menos de ocho días el PRI visita dos veces la ciudad de Tehuacán, han coptado gente que antes no se paraba en el PRI, muy aparte de que hay ambiciosos y perdularios que se agacharon para no dar la cara, porque sueñan en que Barbosa los mandará traer para darles una chamba que los saque de la miseria humana en que se encuentran.
Hoy a la Casa Vieja llega Jiménez Merino, acompañado de priístas experimentados y vienen con el deseo de seguir sumando gente a su causa electoral. No olvidemos que el PRI, sí sabe cómo se maneja este pandero que si se le hace sonar con fruición, muchos se moverán al son que les marque, y más si de por medio hay dinero contante y sonante y en política sobran priístas que detestan al Peje y a su gente, porque la lucha por el poder sigue con más fuerza que nunca.
Los discursos no son claros. Las estrategias ocultas nos permitirán saber (Si las desciframos) hacia dónde se mueve la intención política del Institucional y cuál será la táctica para enfrentar a Morena, que sin la presencia de Andrés Manuel en Puebla, luce desmejorada, desanimada y sin la fuerza terrible que fue su característica de impacto. Empero, esperemos y digamos. Sea…

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