para beneficiar sin duda a los candidatos del régimen que surjan del PRI y del Frente del PAN-PRD-MC.
Gina Cruz Blackledge, presidenta de la Comisión de Hacienda y diputada del PAN, argumentó: “Se busca que la gestión de las finanzas públicas locales procuren una mejor calidad de vida, también que se promueva y garantice la eficiencia operativa y favorezca las condiciones en la contratación prudente de financiamientos y obligaciones bajos los principios de transparencia y responsabilidad hacendaria, así como incentivar el manejo responsable de los recursos por parte de estados y municipios”.
El opositor Morena, en voz de Vidal Llerenas Morales, contra argumentó: “Esta reforma le dará más manga ancha a los gobernadores para que sigan haciendo lo que se les pegue la gana con las finanzas públicas, para que no amorticen deuda, no inviertan en obra pública y para que puedan contratar más personal. Esto lo hace un Congreso irresponsable, que hace dos años votó una ley y hoy la modifica sin diagnóstico”.
En la presentación del dictamen, Gina Andrea Cruz recordó al Pleno que en abril del año 2016 entró en vigor la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios. Y a más de un año de su aplicación se han presentado las áreas de oportunidad para actualizar los preceptos normativos con las necesidades reales de los órdenes de gobiernos locales, a fin de promover y garantizar su eficiencia operativa, así como favorecer las condiciones en la contratación prudente de financiamientos y obligaciones bajo los principios de transparencia y responsabilidad hacendaria”.
Muy distinta interpretación ofreció en tribuna Llerenas Morales, de Morena, único partido que votó en contra. “Este es uno de los dictámenes más extraños que va a votar esta Cámara de Diputados, y eso ya es mucho que decir. Hace un año y medio, más o menos, dos años, por ahí, discutimos y aprobamos la Ley de Responsabilidad Financiera de Entidades”, dijo.
Llerenas agregó: “En ese momento todo mundo se rasgaba las vestiduras, creo que alguien por ahí lloró, del enorme endeudamiento de las entidades federativas. Claro, el causado por Duarte, el otro Duarte, Borges y toda esa bola de pillos que andan por ahí”.
Respingó el curulerío priísta: “Tema”, le gritaron. Pero Vidal siguió: “(Entonces) se creó esta ley con la idea de racionalizar la administración financiera de las entidades federativas. Hoy, año y medio después, se quiere dar marcha atrás a una ley que ni siquiera se ha aplicado. Buena parte de lo que hoy vamos a modificar no ha entrado todavía en operación”.
El legislador de Morena continuó: “Si no reformáramos la ley, la mitad de la deuda va a ser pagada el año que entra, porque hoy la ley actual obliga a que de los excedentes, cuando menos la mitad vaya al pago de deuda”.
Y apostillaba el doctorado en economía: “En el artículo 14, en la parte del excedente, anteriormente el 50 por ciento tiene que ir a amortizar deuda. Ahora, en ciertas condiciones, cero pesos iría a amortizar deuda, en otros 30 por ciento. Están votando por que los estados no tengan la obligación de amortizar deuda de manera anticipada.
“Segundo párrafo del 14, el remanente. El remanente va a permitir que una parte vaya a pagar gasto corriente. Creo que ahora es –ironizaba- el Frente del Gasto Corriente y la Deuda, el que están haciendo aquí el PAN, el PRI y el PRD. Además, a los ingresos propios también se los podrán gastar en 2018, y entrarán sin deuda.
“Hay cosas también, como por ejemplo, que si uno hace un refinanciamiento de la deuda no tiene porqué licitar a la empresa que lo hace. ¿Quién diablos hizo esta ley que le otorga a quien refinancia deuda la posibilidad de ser seleccionado por un gobierno y no competir? A ver qué opina la Comisión de Competencia de este asunto tan delicado.
“Por cierto, no se resuelve lo principal de esta ley, que todo refinanciamiento tenga que bajar el valor presente de la deuda. Es decir, podemos seguir haciendo refinanciamientos sin bajar el valor presente de la deuda.
“Tercero. Esta deuda también permite que el sistema de semáforos se modifique. Ahora vamos a tener menos información que antes de los municipios y, sobre todo, de los entes públicos que no son municipios y que no son entidades, es decir, los sistemas de agua o las empresas. De esos, solo vamos a tener una vez al año el semáforo. Un sistema de semáforos que no ha funcionado. Por ejemplo, si hoy uno quiere ver la tasa de interés a la que los municipios pagan la deuda, simplemente no la encuentran.
“¿Qué estamos votando? Una ley que va a dar más manga ancha a los gobernadores de este país para que sigan haciendo lo que se les pegue la gana con las finanzas públicas, para que no amorticen deuda, para que no inviertan en obra pública, para que puedan contratar más personal”.
Pero no tuvo efecto alguno esta argumentación en la conciencia dormida del PRI, y este y sus aliados aprobaron la reforma. (Continuará)
Fuente: Zócalo de Saltillo.
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