Noticia publicada a las 11:14 pm 30/04/16

Por: Luis Hernández Montalvo.

El Primero de Mayo fue una fecha emblemática de la clase obrera mundial; fundamentalmente, a partir del siglo XX. Fue el día consagrado a más de un siglo de luchas sociales que demandaron reducción de las jornadas de trabajo, el pago de salarios dignos y sobre todo el derecho a la seguridad social.

Chicago 1886; Cananea y Rio Blanco en México, 1906.
El derecho a la sindicalización y a la huelga como medida de presión son demandas que se fueron incorporando a la lucha de los trabajadores y de esa manera, surgieron los sindicatos y los partidos obreros, La Internacional Socialista, y conceptos como el Internacionalismo Proletario aparecieron como formas de expresión de fraternidad clasista. Una nueva cultura se fue construyendo en la conciencia ética de los trabajadores, entre los proletarios del mundo.
Desde hace ya varios días, en las selvas y en las montañas del sureste mexicano se escuchan los tambores de guerra; los maestros rurales están recuperando sus viejas banderas de lucha, insatisfechas, burladas por los gobiernos y por un sindicalismo que no ha representado los intereses comunes de los trabajadores.
Aquí vendrán de nueva cuenta los maestros con sus viejas demandas salariales; pero también, con el sueño de poder democratizar al SNTE, de poder democratizar a las instituciones de la República.
Vienen en camino las figuras agigantadas de 43 niños que un día soñaron con ser maestros para llevar el alfabeto a los niños de las montañas y de las selvas y han convocado a los estudiantes de todas las Escuelas Normales. Aquí también se incorporan los padres angustiados que no saben dónde están sus hijos, las madres con sus ojos secos porque las lágrimas se agotaron de tanto llanto. Aquí venimos todos a reclamar a nuestros jóvenes, a proteger a nuestros hijos, a convertir los crespones de luto en banderas de lucha y tú y nosotros veremos derrumbarse la vieja estructura de poder que solo ofrece violencia y muerte.
¡Proletarios del mundo uníos! y los símbolos volverán a inundar los cielos de las ciudades en banderas rojas y los obreros y trabajadores demostrarán su fuerza histórica, que es utopía, sueño igualitario y aspiración de una humanidad más fraterna.
En México corre la sangre y los odios se multiplican hasta el aturdimiento, la violencia cobra sus víctimas apenas en mujeres y niños, en jóvenes y en toda clase de seres humanos sin distinción. Unas horas antes, las mujeres de Ecatepec, estado de México, salieron a las calles para exigir justicia
La CNTE no es una organización verdaderamente sindical, sí, pero es la organización que hasta ahora se ha logrado construir. Que la CNTE no es una organización unitaria; seguramente tendrán razón quienes cuestionen, pero por ahora, es la única que convoca a la defensa de la escuela pública.
Los maestros han incorporado a sus demandas la lucha por la excarcelación de los maestros privados de su libertad. Yo reclamo la libertad de mi compañero y amigo Oscar Hernández Neri, preso en el Penal del Molino de las Flores ubicado en el Municipio de Texcoco, Estado de México. El Primero de Mayo, todos los agraviados, somos demandas insatisfechas.
Conforme pasan las semanas, aparecen nuevas demandas producto de las llamadas reformas estructurales como la asignación de plazas a los jóvenes que aprobaron los exámenes de oposición; el pago inmediato a los maestros contratados por interinatos ilimitados; el pago oportuno a los jubilados y pensionados en el norte del país y en el estados de Veracruz y en el caso de Puebla, la revisión inmediata al proceso de desfinanciamiento del Issstep que se traduce en falta de especialistas y desabasto en las farmacias del Instituto.
En 1006 los maestros mexicanos ya estaban trabajando como ideólogos de la Revolución Mexicana, tanto en los movimientos campesinos como en el incipiente movimiento obrero. La protesta crece y la CNTE debe ser muy sensible para incorporar a su programa de lucha las nuevas demandas que ya no se pueden reducir únicamente al rechazo de las reformas recientes y tiene que ir al encuentro de la complejidad del movimiento sindical, de su composición y los cambios que están sufriendo las estructuras del poder político en plenas campañas electorales; en las fracturas de los partidos para poder lograr una candidatura a la Presidencia de la República y no hay que dejar pasar por alto, la posibilidad de revisar las reformas a la educación pública desde el Congreso de la Unión. Cualquier fisura puede ser suficiente para que el autoritarismo del país de un solo partido entre en sus últimas horas de vida.
A partir del Primero de Mayo, una nueva jornada de lucha se abre en el país. La defensa de la Educación Pública debe dejar de ser una consigna para convertirla en un movimiento de construcción y de revisión de lo que está mal desde las Instituciones escolares y un nuevo respiro ético del magisterio debe abrirse frente a la retórica ya muy disminuida de un Secretario de Educación que en sus desplantes grotescos, hunde en el descrédito a los maestros de todo el país, entre tanto, los estudiantes, no encuentran motivación por su escolarización.
Mañana, en medio de tanta fraternidad el miedo mudará de lugar y en los Pinos, un puñado de delincuentes se agarrará una oreja y la otra, no la alcanzarán. Para todo hay un tiempo.

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