los policías apenas dejaban ver unos ojos pequeños enmarcados en rostros morenos y, fueron testigos silenciosos del trato indigno a los maestros de la patria, a los hombres y mujeres a los que confiamos la formación de nuestros hijos.
Conforme transcurren las primeras horas del domingo quince, aparecen los videos de algunas sedes donde las maestras, armándose de dignidad y con el coraje suficiente que dominó sus miedos, decidieron dejar de esperar indefinidamente la señal en sus computadoras. En Jerez Zacatecas, las maestras protestan después de esperar más de una hora.
El maestro Ismael Pérez informa en twitter el sábado por la tarde: “Examen suspendido, sin luz, sin internet, equipos lentos, así están algunas sedes en Tabasco”
En las sedes del norte del país, aparecen casi desiertas con las máquinas prendidas esperando la señal para ingresar a la plataforma del portal de evaluación que contrastan con las declaraciones triunfalistas del señor Aurelio Nuño que asegura: “Atendieron al llamado el 97.7% de convocados”. En Chiapas, Guerrero y Oaxaca, el examen fue suspendido indefinidamente.
Del estado de Hidalgo, la maestra Marina Escamilla informa:
“Hoy maestros y pueblo dimos una muestra al Estado al rechazo contra la reforma educativa por su carácter privatizador, aún y con la presencia de graneros. Se requiere el despertar de México, y tener la capacidad de poner sobré la mesa, en las calles, en las conciencias de todos, la semilla de la resistencia ante las condiciones en que los maestros quieren ser evaluados, no es posible condicionar toda su trayectoria a una evaluación punitiva. Estuvieron presentes maestros institucionales, acaso no les preocupa que les va a tocar el turno de ser evaluados, y ¿Cuál es el papel de la Sección XV? No, los estatutos indican que estarán en la defensa de la situación laboral de sus agremiados, más no para ser cómplices del sistema cuando saben que van a perder su empleo. Y se dejó escuchar la consigna ¡El Mexe vive, la lucha sigue! ¡Ni un paso atrás!”.
Una vez más, el problema sigue estando en otra parte, no solo en los maestros. El proceso de evaluación ha evidenciado las limitaciones tecnológicas de los maestros en el uso del internet y en el manejo de las nuevas tecnologías, y en el espacio escolar, la realidad es mucho más brutal: escuelas sin acceso a la red, sin computadoras suficientes para el trabajo de maestros y estudiantes y en las escuelas que tienen el servicio, es limitado, insuficiente y muy deficiente.
El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente, tuvieron que posponer cinco veces el proceso de evaluación por problemas con su plataforma para poder comunicarse con 150 mil profesores convocados. Ahora, las cosas no son distintas, el problema es tecnológico.
De los Estados de Durango, Jalisco, Sonora, Sinaloa, llegan imágenes de enfrentamientos de profesores y policías.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en un informe de mayo del año que corre, señala el índice de usuarios de internet en México: 2014.
El 44.4 por ciento de la población de México de seis años o más, se declaró usuaria de Internet.
El 74.2 por ciento de los cibernautas mexicanos tienen menos de 35 años.
El 34.4 por ciento de los hogares del país tiene una conexión a Internet.
El informe del INEGI, muestra el porcentaje de usuarios de internet por Entidad Federativa y señala que en el Distrito Federal, seis de cada diez individuos tienen servicio de internet, algo similar ocurre con algunos estados fronterizos del norte de México como Baja California, Nuevo León y Sonora; pero esto contrasta con estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, cuya relación, es menor a dos individuos de cada diez.
Frente a esta realidad, ¿Por qué a los maestros que han sido los constructores de esta nación, antes que surgieran las instituciones y se consolidara él Estado mexicano? ¿Por qué ahora se les da un trato despótico?
Los líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación guardan silencio y las páginas de Facebook no informan oportunamente, no existe un control de lo que ahí se publica. La cultura de la CNTE parece reproducir consignas y jugar con los memes de los funcionarios. Un solo administrador puede manejar hasta cinco cuentas distintas a nombre de la CNTE.
No hay elaboración, ni política, ni académica o de seguimiento de la protesta e inconformidad magisterial. Las cuentas de la CNTE en las redes sociales, no reflejan en su número de seguidores, su capacidad de movilización callejera. Hacen falta líneas de elaboración, de información y ante todo, de vinculación y comunicación con el magisterio que piensa diferente a la CNTE y la sociedad. Lo señalado, es una gran debilidad que deben discutir los líderes de la CNTE de manera responsable.
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