Claudia Guerrero Martínez
"ENTRE LO
UTÓPICO Y LO VERDADERO"
Gilberto Nieto Aguilar
"LIBERTAD
Y EDUCACIÓN"
Martín Quitano Martínez
"ENTRE
COLUMNAS"
Evaristo Morales Huertas
"VERACRUZ
EN LA MIRA"
Luis Hernández Montalvo
"MAESTRO
Y ARTICULISTA"
César Musalem Jop
"DESDE
LAS GALIAS"
Ángeles Trigos
"AIDÓS
Q DíKE"
La mujer es lo más bello de la vida, cuidemos de ellas...
Diagnóstico político
Noticia publicada a
las 01:13 am 26/12/25
Por: Héctor Tenorio Muñozcota.
Inicialmente la presencia militar naval de los Estados Unidos en el Caribe y en el Pacifico estuvo planeada para que fueran acompañadas de revueltas populares en el territorio venezolano. En teoría esto causaría división al interior de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y en consecuencia la caída del presidente Nicolás Maduro.
Dando paso así a la instauración de un gobierno amigo de Washington. El problema es que no hubo protestas masivas, el nacionalismo prevaleció en gran parte de la población y los militares terminaron fusionándose con su presidente ante las amenazas internas, llámese María Corina Machado, como las externas. La falta de compresión de Donald Trump obedeció al desconocimiento acerca de la naturaleza del gobierno cívico militar que enfrenta. Los militares de esa nación controlan los medios de producción, y en este contexto, los medios de comunicación masivos han reproducido la miopía del Pentágono al dar por sentado que deponiendo al mandatario venezolano, la normalidad volverá, aunque son incapaces de explicar cuál será el comportamiento con el ejército venezolano. ¿Entregarán el poder ante una ausencia de Maduro y cruzarán los brazos cuando PDVSA sea manejada desde Washington? El 12 diciembre el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, declaró que su país no renunciará en ninguna circunstancia a la defensa de su soberanía, "el Gobierno de EEUU debe saber que nosotros no nos vamos a rendir”. Queda claro que el inquilino de la Casa Blanca busca “recuperar el petróleo y las tierras que les fueron robadas”. Lleva la presión al máximo, está dispuesto a ahorcar políticamente y económicamente al gobierno venezolano. Eso explica la inconsistencia narrativa belicista de los Estados Unidos, la cual sufrió mutaciones. Empezaron acusando al régimen madurista de ser un narco Estado y el pasado 16 de diciembre Trump estableció un “bloqueo total y completo” a los petroleros sancionados que llegan y salen de Venezuela. Por tanto, la medida no afectó las operaciones de la empresa estadounidense Chevron ni a los buques no sancionados como el que partió el 17 de diciembre escoltado por la armada bolivariana con destino a China. Hasta el momento Washington ha hundido 30 lanchas y provocado más de 100 muertos. Además, incautaron ilegalmente dos buques, el 10 y 20 de diciembre: El primero zarpó de Venezuela el 4 de diciembre, con casi 2 millones de barriles que tenía como destino Cuba, reportó el medio The New York Times. Seis días después al navegar en aguas internacionales entre las islas de Granada y Trinidad, cayó en una emboscada estadounidense. El segundo buque tuvo el mismo destino tensado más la situación. El Gobierno venezolano reprobó ambos “robos” cometidos por Trump e instaron a los trabajadores petroleros a extremar la vigilancia en sus instalaciones donde temen posibles sabotajes. Ante el vacío que dejó la Organización de Naciones Unidas, México y Brasil mostraron interés en mediar en el conflicto. El presiente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se comprometió a dialogar con Trump antes de navidad. No puede descartarse un ataque sorpresa, no olvidemos que el mandatario estadounidense precisó que no requiere permiso del Congreso para atacar a Venezuela. Por su parte la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo rescató la política exterior olvidada desde hace más de 30 años. Rechazó tajantemente la injerencia de Estados Unidos en América Latina y de paso defendió la relación diplomática de nuestra nación con Cuba. Colombia intenta pacificar la zona y evitar que el fuego la alcance. Mientras Moscú llamo a Washington a no cometer un error fatal. ¿Es una advertencia de que Rusia suministraría armas al ejército venezolano en una posible guerra de guerrillas, la cual paralizaría la actual venta de petróleo que hay entre Venezuela y Estados Unidos? En noviembre Venezuela exportó 952 mil barriles diarios de crudo y combustible, el tercer promedio más alto del 2025. El 80 por ciento de esas exportaciones van a China y las exportaciones con Estados Unidos aumentaron 150 mil barriles. A Trump no le conviene una guerra prolongada ya que el próximo año habrá elecciones legislativas en su país y él tendrá que concentrarse en la campaña electoral.