Noticia publicada a las 01:09 am 26/12/25

Por: Jorge López-Portillo Basave.

Como lo hemos escrito con anterioridad, en occidente llegó una ola o marea de ansiedad por promover la transexualidad a lo largo y amplio de cada sociedad en los países de occidente desde Europa hasta América. Cuando era joven leí que a los violadores se les castigaba con castración química y en la antigüedad a algunos esclavos se les llamaba eunucos por ser castrados para servir en palacios

y no correr el riesgo de que se mezclaran sexualmente con las mujeres de los amos.
Así las cosas, la libertad sexual se ha convertido en todo un tema en occidente en donde los países más ricos y las empresas más poderosas promovieron un modelo llamado “incluyente” en el que con base en el respeto a la diversidad de deseo sexual se inició una campaña por la sexualización de menores.
Como lo hemos dicho, este fenómeno no dejó sin tocar a ninguna clase social ni raza. De hecho, se promovió como parte de una agenda global de afirmación sexual y así se le llamo en EUA – cuidado de salud para la afirmación sexual-. En este tema se habla de “ayudar” a menores antes de la pubertad y prácticamente desde los primeros años de vida para decirles que el sexo y la identidad son fenómenos sociales no obligatorios ni necesariamente permanentes.
Se inició una campaña occidental que se imponía a escuelas y a empresas para que se viese como deseable el consultar en algunos casos hasta en la escuela a niños desde los 5 años de edad si se identificaban como hombre, mujer o transexual, asexual, bisexual, pansexual etc. obvio esto en muchos casos sin informarle a los padres. Hubo decenas de eventos en escuelas de kínder, primaria y secundaria en las que se les explicaba a los menores sobre temas sexuales y los que les explicaban eran personas de la llamada comunidad transexual muchas veces incluso en eventos de bailes eróticos o con poca muy poca ropa tipo table dance.
Además, se les decía que ellos podían dejar ese campo en blanco y cambiarlo al que quisieran sin que la escuela debiera avisar a los padres, incluso se les decía que lo que ellos dijeran no sería informado a sus padres.
Como vemos esto no era una plática para adultos ni pública, sino una plática con menores en sus escuelas o clubes. De ahí se les decía que para poder ser lo que querían ser, ellos podían pedir al gobierno que les ayudara a tener acceso a medicamentos que químicamente evitarían que entraran en el cambio hormonal de la pubertad. Claro en muchas partes se implementaron leyes para castigar a los padres o lideres sociales o religiosos que cuestionaran o se opusieran a este tipo de tratamientos a menores que ni a la adolescencia llegaban cuando ya les iniciaban su tratamiento químico para supuestamente cambiar de sexo al que ellos elegían.
Ni qué decir de los eventos internacionales de los años recientes, incluidos las Olimpiadas en Paris, en los que hombres ya identificados como mujeres participaban en eventos como los juegos olímpicos o competencias deportivas todas en las que hombres ahora mujeres, aplastaban a mujeres en competencias físicas.
Parece ser que en EUA el congreso del país que impulsó esto más que nadie, ha dado paso a tras y a nivel federal su congreso pasó una ley que prohíbe el uso de fondos federales y la aplicación de drogas para evitar que los niños pasen a la pubertad. La Ley la propuso la aun legisladora Margie Taylor y fue votada por todos los integrantes del partido Republicano (Trump) y rechazada por los del partido Demócrata. El resultado fue 216 a favor de prohibir este tipo de operaciones o tratamientos químicos para remover partes sexuales de niñas y niños antes de que sean mayores de edad. La votación tuvo 211 votos en contra es decir solo pasó por una modesta mayoría de 5 votos. Dicho proyecto debe ir al Senado de ese país a ser votado y en su caso de ahí firmado por Trump. Ya veremos si lo logran.
Naturalmente los Estados y los grupos más liberales podrán ir a los juzgados. El argumento es que la ley violenta el derecho a la salud de los menores que sientan ser de un sexo distinto al que les fue asignado al nacer por sus cromosomas XX o XY.
Como lo he dicho, en mi caso creo que un adulto pude sentirse y hacerse lo que quiera, pero es poco correcto forzar a los demás a seguir esa ruta, mucho menos a infantes que no pueden manejar, tomar alcohol, votar o curarse una gripe a seguir tratamientos que les afectarán de por vida removiendo partes de su cuerpo o suprimiéndolas con químicos que tendrán efectos de por vida. Si uno quiere comer o usar drogas ya de adulto eso es tema personal pero el incentivar a menores no es libertad ni respeto sino abuso y hay que preguntar qué beneficio tienen los que lo promueven.
Los que embarcan a padres ilusos o asustados que permiten que sus niños se sometan a tratamientos que casi siempre son sentencias de por vida al uso de medicamentos y de complicaciones no solo sociales sino médicas y sicológicas. Uno ya de adulto puede hacer de su vida un papalote, acostarse con quien quiera acostarse con uno pero si un menor no pude consentir el sexo, como pude un gobernante o un empleado de gobierno o un padre decirle a un niño qué debe tener otro sexo porque Dios se equivocó o porque la naturaleza está pentonta.
No veo cómo o porque se debe fomentar a niños el mutilarse cuando eso era para criminales. No veo la compasión en decirle a un niño que puede cambiar de sexo antes de que le llegue la pubertad. No veo como un país se pueda beneficiar de alterar las hormonas sexuales de toda una generación. Pero sí veo como esto pude ser un gran negocio y una oportunidad para gobernar a personas enfermas y dependientes de medicamentos por el resto de sus días, mientras que se ayuda a bajar la taza de natalidad en esos países. solo que a veces se les pasa la mano.
Para cerrar el año quiero agradecer a este espacio por darme la oportunidad de hablar de temas globales económicos y políticos que a veces desde México no son abordados o al serlo son vistos solo desde una visión local.
Al tiempo de agradecer a usted su lectura, le doy gracias a Dios por sus regalos en este 2025 y espero que el 2026 sea mucho mejor para usted, para mí y para todos. Hasta enero 2026. ¡Feliz Navidad!

Fuente: Índice Político.

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