Noticia publicada a las 01:09 am 26/12/25

Por: Eduardo Ibarra Aguirre.

Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, le enmendó la plana al Washington Post y a los camaradas de armas intervencionistas en América Latina y el Caribe, al subrayar: “Así que la buena noticia es que muchos países de la región cooperan abiertamente y trabajan con nosotros para enfrentar estos desafíos.

México, su nivel de cooperación con nosotros es el más alto de su historia”, y lo dijo en español para que los subordinados mexicanos lo entiendan mejor porque buena parte de las oposiciones, no todas (como Movimiento Ciudadano), parasiten alrededor del exhorto a la Casa Blanca para que intervenga en México y recuperar Palacio Nacional en vista de la incapacidad para ganar en las urnas la voluntad ciudadana. Y los más escandalosos y sumisos son legisladores plurinominales del PRIAN, como la vocera del ahora mansito Ricardo Salinas.
Dicen que las izquierdas tienen ideas y las derechas sólo intereses, lo cual es discutible en extremo si la disputa en México y el orbe gira alrededor de proyectos de nación así sean apenas prefigurados, incipientes; lo cual no obsta para que los intereses materiales sean privilegiados hasta la desmesura, como lo exhibe tragicómicamente Donald John Trump que en cada demanda jurídica pone el mayor de los precios sobre todo a universidades y medios de comunicación subordinados al imperio de las barras y las estrellas, pero no al primer presidente de USA (describo) convicto, pederasta, corrupto y con “personalidad alcohólica”, como lo dibujó la jefa del Gabinete, Susie Wiles.
¿Qué fue lo que publicó el Post el jueves 18 y que motivó al día siguiente el deslinde del muy conservador Marco Rubio, quien apenas hace nueve años demonizaba a Donaldo Juan como si fuera un “castrista”? Mis respetos comandante Fidel Alejandro, en la víspera de su centenario.
El texto publicado en el Post, elaborado al estilo gringo de las presuntas revelaciones de declarantes sin identificación, confirmaría que la táctica de “cabeza fría” de Claudia Sheinbaum y las operaciones contra bandas criminales por parte de las fuerzas armadas de México, evitaron que DJT lanzara a su vecino los ataques que ahora escala contra Venezuela que, casualmente, tiene las reservas petroleras más grandes y codiciadas del orbe y otras riquezas minerales.
Bajo el guion del WP, el asesor en seguridad nacional, Stephen Miller, y su equipo, maquinaron todo para que Trump iniciara “una nueva guerra contra las drogas atacando a los cárteles y presuntos traficantes en México, según un funcionario actual y dos exfuncionarios estadunidenses”.
Pero “a medida que la administración desplegaba miles de tropas estadunidenses en la frontera sur, incrementaba los vuelos de vigilancia y potenciaba el intercambio de inteligencia con su vecino, las operaciones militares mexicanas al otro lado de la frontera frenaron la actividad de los cárteles, según las fuentes”.
Conforme a esta versión de declaraciones de “nueve entrevistados para esta historia”, las acciones mexicanas contra grupos y jefes del crimen organizado, desactivaron los planes imperiales contra objetivos mexicanos de DJT y su primer círculo, transfirieron las pretensiones de asfixia económica, linchamiento mediático, desestabilización y amago militar creciente a Venezuela, contra Nicolás Maduro, su equipo y el régimen bolivariano. Ya supera el centenar los pescadores asesinados por la soldadesca yanqui en 25 bombardeos a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico desde el 2 de septiembre. Y hace 2.5 meses Donald John “sopesa la posibilidad de operativos terrestres”. Como ya es habitual en el grupo gobernante gringo chantajea con un discurso distinto del que aplica y es experto en el reculamiento.
Felices fiestas y hasta el 5 de enero.

Fuente: Índice Político.

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