Noticia publicada a las 02:50 am 30/11/25

Por: Redacción.

La guerra contra el narco, las ejecuciones extrajudiciales, esas no llevaron a nada. La muerte del alcalde de Uruapan, Carlos Manso, no solo estremeció a Michoacán, sino que encendió una chispa política que ya se extendió a nivel internacional, no por el crimen en sí, sino por la reacción que provocó Nayib Bukele.

No hay gobierno que no pueda eliminar la delincuencia. Es es absurdo. Y aquí en Latinoamérica controlan sectores grandes de México, controlan sectores grandes de Colombia. Presidente de El Salvador volvió a poner el dedo en la llaga con una declaración que sacudió tanto al gobierno mexicano como a los medios de comunicación.

Su mensaje fue tan contundente, tan directo, que muchos aseguran que dejó en evidencia la fragilidad del Estado mexicano frente al crimen organizado. Todo comenzó la mañana del martes cuando se confirmó la muerte del alcalde. Un ataque a plena luz del día frente a cámaras en un evento donde la gente se acercaba a saludarlo.

Los disparos rompieron el ruido cotidiano del acto y en segundos la confusión se transformó en horror. Lo que siguió fue una avalancha de preguntas, teorías y reacciones, pero ninguna generó tanto impacto como la de Bukele. El mandatario salvadoreño, conocido por su estilo directo y su cruzada contra las pandillas, no tardó en pronunciarse.

En un mensaje que se volvió viral en cuestión de minutos, escribió, "Europa hay un consumo de drogas mucho mayor que el de Latinoamérica, muchísimo mayor. Un gobierno que no combate al crimen está del lado del crimen. No hay excusas, no hay medias tintas. y lo acompañó con una imagen de Carlos Manso, el alcalde asesinado, junto a una frase que muchos interpretaron como una clara crítica a Claudia Shainbound, la actual presidenta de México.

Bukele no mencionó su nombre directamente, pero la insinuación fue evidente. Dijo, "Cuando un líder permite que el crimen gobierne barrios, pueblos y ciudades, ese líder ya no gobierna un país, gobierna el miedo." Y eso para millones de mexicanos que viven con miedo todos los días sonó como una verdad incómoda. En cuestión de horas los medios se dividieron.

Algunos acusaron a Bukele de injerencismo, otros lo aplaudieron por decir lo que nadie en México se atreve a decir. Pero más allá de la polémica, lo cierto es que sus palabras tocaron un nervio muy sensible, el hartazgo. Porque sí, la muerte de Carlos Manso no fue un hecho aislado. Él mismo había denunciado amenazas, había pedido protección, había advertido que lo querían callar y aún así nadie lo protegió.

Durante su último discurso público, Manso dijo algo que hoy resuena con fuerza. Si algo me pasa, sabrán quiénes fueron los responsables. Yo no me voy a callar ante los que quieren convertir a Uruapan en su botín. Esa frase, rescatada por los medios, se volvió viral después de su muerte. Y fue justo ahí cuando Bukele intervino. En una entrevista transmitida por una cadena internacional, lo repitió con un tono firme, casi desafiante.

Los políticos deben tener el valor de enfrentarse al crimen, no de pactar con él, porque si no lo enfrentas, te vuelves la periodista le preguntó si se refería al gobierno mexicano y Bukele le respondió sin dudar, "Me refiero a cualquier gobierno que tolere que el crimen mate a alcaldes y nadie pague por eso.

Si eso pasa, el Estado ya fue tomado." Esa declaración fue suficiente para encender un debate en México y en toda Latinoamérica. Mientras en redes sociales circulaban fragmentos del video, cientos de usuarios comenzaron a comparar las estrategias de seguridad entre El Salvador y México. Y es que los números hablan por sí solos......historia completa en los comentarios.

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