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Por decenas de foros, tanto en Xalapa, Ver., Oaxaca, México, Pachuca, Orizaba, Tlaxcala, Puebla y decenas de pequeños pueblos, la intención maravillosa de ESENCIA ANDINA con su música de charango, quena, sicus, toyos, bombo, huesos, ronrroco, guitarra y quenacho, dejó volar hasta los Andes, la música ancestral de los Incas.
Y al ritmo del yaraví, taquirari, wayno, candombe, cueca, zamba, chamarrita, gato, huella y chacarera, se fueron por los muchos rumbos de la geografía de México, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Etc. Siempre llenando el ambiente de alegría, melancolía, amor, añoranza, historia, revolución, figuras y recuerdos.
ESENCIA ANDINA, destaca porque lleva cinco FESTIVALES, en donde el financiamiento se hace entre amistades. No hay presupuesto en los gobiernos para impulsar ni la música, ni la pintura y mucho menos la escultura. Es evidente que no se hace política, porque política desde la antigua Grecia es búsqueda de soluciones en todos los aspectos y en la actualidad, política es saqueo, no impulso social, cultural o intelectual.
Caso degenerativo, los gobiernos municipales o estatales, pagan arreglos, remociones, reconstrucciones Etc. De las iglesias, capillas y catedrales, además del financiamiento de obras, festejos y saraos de los curas, obispos, frailes y monerías. Pero reducen la inversión en la CULTURA cambiada por festejos simples, ocurrencias, invenciones y caprichos que sí cuestan mucho más que el cuidado del presupuesto municipal, estatal y hasta nacional, como sucedió con López Obrador y Claudia Sheimbao que han dejado atrás el impulso a la cultura, incluso universitaria, porque la penetración de impostores que lucubran tesis falsarias sobre la 4T, solo les es útil a sus propósitos, intenciones y saqueos descomunales, que se da en cientos de horas pagadas a precio de millones de pesos en PUBLICIDAD INSERVIBLE.
Con todo esto, se desarrolló el Quinto Festival de Música Folclórica en Tehuacán y por un instante, el canto nuevo, el folklor, el entusiasmo y la preminencia de una juventud que se va, causó estridencia, afecto y añoranza al ritmo de la melancolía honda de la quena, el sonido cascabelero del trino del charango que dejó volar su música acompasada por el bombo legüero, sin faltar la guitarra emotiva que lanzó su música, ritmo y donaire por los gélidos aires de un otoño más en Tehuacán, una INDIA BONITA digna de mejor suerte.
Bien haya para Esencia Andina, Mingacuy, Sol de América y Hunab Ku, que visitaron la CIUDAD DE INDIOS, conocida a nivel mundial por sus aguas minerales, tan salobres como su destino ancestral. Es cuanto…
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