Noticia publicada a las 12:34 am 09/08/22

Por: Arturo Rodríguez García.

Esta semana se confirmó que los casos penales sobre el expresidente Enrique Peña Nieto cruzan con escándalos de corrupción ya conocidos.
Ahí destaca la relación con OHL y el uso de recursos ilegales para su campaña. El asunto refresca el hecho de que la salida de Pemex de Emilio Lozoya Austin,

no fue por ninguno de los casos que ahora se le siguen como los contratos y sobronos de Obdebrecht, la compra de la planta de fertilizantes Agronitrogenados o los supuestos sobornos que operó con legisladores de oposición para aprobar la Reforma Energética.
La salida de Lozoya, hay que recordar, fue en el contexto de las filtraciones de conversaciones telefónicas de altos directivos de OHL, empresa que se encuentra también bajo investigación aunque se haya cambiado el nombre a Aleatica.
Pero hay más: las investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) bajo la titularidad de Pablo Gómez, por actividades sospechosas recientes, tales como el depósito de 26 millones de pesos en sus cuentas y los 29 millones a las de su hermano, se suman a las anteriores indagatorias, iniciadas en su momento por el hoy extitular, Santiago Nieto Castillo.
Los casos de la UIF, fueron mencionados apenas en el comunicado de la Fiscalía General de la República (FGR) que confirmó el pasado 3 de agosto que también se siguen esas denuncias.
Uno de esos casos, no explicitado en el comunicado, es quizás de los más representativos: es el que tiene en la mira al magnate automotriz, Eduardo Henkel y a su esposa, la socialité Rosaura Longoria de Henkel, quien en lo que va del siglo ha tenido la habilidad para hacerse amiga de primeras damas, primero con Marta Sahagún y después, con Angélica Rivera. La historia fue publicada en la pasada edición del semanario Proceso.
Esas relaciones le permitieron a los Henkel, tener acceso a jugosos negocios: con Vicente Fox en la Presidencia, Henkel consiguió convertirse en la intermediaria de la publicidad oficial, los servicios de producción institucional y la consultoría de relaciones públicas.
Con Peña Nieto-Rivera las cosas fueron más allá. Juan Collado, señaló a Rosaura Henkel como una de las personas que se encargaban de sacar del país el dinero mal habido de Angélica Rivera, a través de fideicomisos con operaciones no declaradas en Miami. También por la entrega ilegal de una concesión radiofónica de la que los Henkel fueron beneficiarios.
S trata de la 105.3 FM en la Ciudad de México que se ha convertido en objeto de investigación precisamente por la forma en que se asignó, pues una presunta sociedad de Francisco Aguirre con los Henkel, impedía que la frecuencia fuera asignada en 2017 como ocurrió, muy a pesar del reclamo de otros radiodifusores.
Ante ello, las investigaciones apuntan a la presunta comisión de delitos por tráfico de influencias, e incluso, blanqueo de capitales, en los que se vería inmiscuida la antes primera dama y sus hermanas.
No escapa de reflector que, según diversas fuentes, se realizan pesquisas en territorio americano contra Rivera y Henkel desde hace tres años, por lo que desde más de una esfera se cuestiona hasta cuándo el cargo de cónsul honorario de Singapur protegerá a Eduardo Henkel y por qué las autoridades de aquel país no se han pronunciado respecto a las averiguaciones.
Posdata
El tinglado de relaciones en torno a la mina siniestrada el pasado 2 de agosto apunta a Régulo Zapata y Rafael García Luna. Un reportaje de la reportera Katya González, en El Coahuilense, ha puesto en evidencia que, en torno a los dos, se entretejen historias de corrupción en los sexenios de Tomás Yarrington en Tamaulipas, Rorigo Medina en Nuevo León y, Alejandro Giamattei en Guatemala, en este últomo caso, aparecen citados en una investigación por financiamiento ilegal a la campaña presidencial de ese país en 2020.

Fuente: HERALDO DE MEXICO.

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