Noticia publicada a las 02:49 am 15/01/21

Por: Rogelio Martínez DE LA Huerta.

Hace muchos años, el presidente de la república “instruía” al secretario de gobernación, mandaba llamar a cualquier gobernador y cuando sonaba el timbre de esa secretaría de la ciudad de México, al gobernador le entraba un pavor que le bajaba hasta las patas y le subía hasta la coronilla, porque algo se le estaba pudriendo.

Puebla fue testigo moral de la caída de malos políticos, uno de ellos el general Moreno Valle y el otro Bautista O’Farril que se fueron a su casa, porque así lo dispuso el presidente de la república en su momento. Uno Díaz Ordaz y el Otro Luis Echeverría que no se tentaban el corazón para darle en la madre a nefastos priístas como estos generales.
Ahora no pasa así, en un país corrupto hasta la médula, podrido en el 95 de sus instituciones, manejado por los financieristas de EE UU, se juntan diez gobernadores, hacen un grupúsculo y se ponen flamencos contra López Obrador. Huelga señalar que no hay castigo, investigación y menos llamadas de atención los 10 rijosos, pero sí abrazos amorosos y comprensión de sus párvulas intenciones para derrocar a López Obrador.
Otros casos conocidos son tres cercanos, Cuitláhuac García se pone a practicar la corrupción en Veracruz, hay pruebas y no pasa nada, porque se siente protegido por la presidencia en donde le toleran todo y hasta el nepotismo corrupto con que aderezó su gobierno canalla.
Otro caso más es el de Puebla, en donde sin información comprobada (No ve…) el gobernador ordena, decreta, le pega de patadas al pueblo pobre que voto por AMLO y no pasa nada, porque sumado Cuauhtémoc Blanco, estos tres tipos tal vez van a rendir cuentas de sus actos ante Jehová y nunca ante el congreso, porque las corruptelas son las mismas pero sin castigos.
Ahora, con el PRI “cuesta abajo en su rodada”, sin capital político, meten priístas que anduvieron con Moreno Valle, que robaron a manos llenas, (Cosa normal) que son delincuentes que lavan dinero, vendieron huachicol y carecen de militancia, pero ya no hay PRI y lo que vemos es un partidillo que está tirado en la calle de la amargura, porque no tienen gobernador, aunque Barbosa fue del PRI, carecen de presidente de la república, pese a que Andrés Manuel fue presidente del PRI en Tabasco y sin capital político se avientan a competir contra Morena que viene fuerte, no por el gobernador Barbosa que casi la desbarató, sino por AMLO que tiene el afecto y apoyo del pueblo mexicano.
En conclusión el PRI de antes se difuminó en el tiempo, el de ahora no tiene presencia, carece de poder, su destino es la derrota y no podrá gastar millones de pesos en campaña, porque la Fiscalía Electoral sancionará a quien no demuestre que sus inversiones se ajustan a lo que marca la Ley.
Por lo que, es fácil leer el futuro de estas elecciones que tendrán la característica de una lucha entre iguales si se aplican a las leyes y que ganará, quien vaya en pos de un cambio, acorde con la Cuarta Transformación… Así será.

[Regresar a la página principal]