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Más peligrosos que el corona virus…
Noticia publicada a
las 04:14 am 29/03/20
Por: Rogelio Martínez DE LA Huerta.
* En cuestiones del coronavirus la primera víctima ha sido la verdad…
Sobre la pandemia desinformativa sistematizada por un juego perverso de grandes intereses ultra capitalistas, mi preocupación es la cantidad de políticos improvisados que no saben qué es política y cómo se hace uso del poder y el ejemplo lo tenemos en varios estados,
en especial el de Puebla en donde los errores del gobernador se van sumando como muestrario perverso de inexactitudes absurdas.
Nadie de los alfeñiques del pensamiento que lo rodean le pueden decir que existe una palabra que se llama PRUDENCIA y que cuando se discierne se puede interpretar así: “El conocimiento de la Ley nos conduce a la prudencia”. Pero no, todo lo contrario el “gran” desgobernador, vergüenza política de Puebla y sus alrededores ha rebasado los límites de racionalidad política, sirviendo de burla y escarnio de las redes, comentaristas y prensa nacional e internacional por sus estupideces.
La bronca es que: “Como es arriba, es abajo” (Hermes Trismegisto) Y en Tehuacán las torpezas se suceden un atrás otra y la gente ya está rebasando lo elemental de la tolerancia, porque el desgobernador juega a la política, no la hace y manda funcionarios que después vuelve a cambiar, para dejar la administración despedazada, mientras los regidores hacen negocios sucios y transas por decenas al amparo de la ceguera política del desgobernador, que no ve que sus palabras no tienen efecto positivo y solo sirven para reírse, dando al traste con los planes de Andrés Manuel que ya se está preocupando por lo que sucede a diario en Puebla.
La izquierda a la que el C. Barbosa decía pertenecer, exige una completa renovación ética. Teórica y práctica. Al respecto el C. ya se olvidó de sus promesas, porque el poder lo enajenó a tal grado que de presunto político, derivo en cacique de pueblo, imaginando que vive en un rancho y pasando por alto que tiene en sus manos un presupuesto de más de 80 mil millones de pesos que no se convierten en obras y en cambio, anda regalando dinero que no es de su pertenencia para soñarse benefactor de caridades obsoletas que no resuelven nada de los problemas de la sociedad poblana.
Ha llegado el caso a tal extremo que, la preocupación en algunas Universidades, ha pasado de lo superficialmente político a lo profundamente psicológico. Porque no es permitible que, un gobernante en lugar de resolver los problemas de Puebla, se dedique a crear más conflictos y a futurizar nuevos negocios con ex funcionarios que se dieron a conocer en el sexenio anterior como gente nada profesional de la política.
Por si faltara algo que sazonara este caldo de grandes imprecisiones políticas, AMLO acaba de recomendar que la gente se guarde en sus casas. Porque solo así saldrán bien librados del coronavirus. Cuando la verdad es que, la epidemia inexistente no cumple con las expectativas que marcan las estadísticas sobre una enfermedad generalizada.
En cambio, ya vieron que tener a la gente guardada, resulta magnificente, porque no piden, no se organizan, no marchan, tampoco se lanzan a las calles al asalto de tiendas de conveniencia y todos felices (Mientras no llegue el hambre, claro está). Aquí radica la causa de la sistematización de la epidemia y pandemia inexistentes que, en contraposición, ocultan una recesión criminal que ya está devastando a los pobres de México y que favorece a los políticos, grandes simuladores sean del partido que fuere… No se vale.