Noticia publicada a las 04:55 am 05/01/20

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Se ha hecho falsa propaganda con la protección del gobierno para con los niños, las mujeres, los indígenas, los ancianos, el clima, la contaminación ambiental, la corrupción, la impunidad, el aborto, los embarazos, el alza de la gasolina y más… Pero eso es una mentira y demagogia pura. El alto clero combate el aborto, pero los niños que nacen de mujeres pobres se mueren de miseria en las calles de México y de Latinoamérica.

La bronca es que en EE UU, el gobierno que controla el hemisferio, no se mete en cuestiones de la droga, porque se vende hasta en las calles, olvidémonos de los antros, cabarets, hoteles, centros de esparcimiento, cabarets, Etc. y los capos pagan campañas electorales y reparten dinero a los políticos.
No se oye la condenación de los que fuman, porque cada quien es libre de hacerlo y más cuando se acompaña de algunos tragos en algún bar. Es harto común darle las rayas respectivas a quien llega a un cabaret y las solicita para sentirse alegre y despierto. La policía no se mete por razones muy comprensibles.
En cuanto al aborto, la juventud tiene la educación sexual requerida, no hay muertas por falta de asepsia y las religiones se practican con el albedrío suficiente para que en casa, cada quien practique el culto que guste sin que haya bronca por ello. Todo lo contrario, en México en donde en algunas constituciones el catolicismo era la religión oficial, se metía la iglesia en todo, hasta en la cama de Porfirio Díaz y de ahí para acá hasta en la de Peña Nieto con excepción del presente que practica la religión metodista y son los evangélicos los que se están agandayando con el apoyo del presidente.
La trata de niños, mujeres, Etc. en EE UU se persigue y se hace con la fuera suficiente para que los tratantes lo piensen al hacer la vida difícil de los afectados, antes de caer en esta práctica criminal. En México la trata crece y las autoridades no se inmutan, porque a la policía le vale madre y reciben alguna lana, vamos, hasta políticos hay en este negocio criminal.
Los aborígenes fueron confinados a reservaciones en EE UU y no anda dando lástima en las calles, muy aparte de que los dueños de las tierras son ellos y los blancos los que se las arrebataron desde hace 200 años.
El gasolinazo de Peña iba ser el gran benefactor del pueblo y por poco y nos lleva el payaso, porque los grandes ganadores fueron los empresarios, gánsteres del huachicol que lo recibían de PEMEX y hasta el gas se empezó a vender saqueado de la empresa petrolera de forma clandestina.
El sector salud si bien atendió a un porcentaje de la población, benefició más a la burguesía en el poder, que dio a sus fa miliares la mejor medicina y sobre todo la más cara, porque ellos se repartían todo para beneficio de ellos.
Se hacen programas contra el uso de armas, pero la intención es desarmar al pueblo con dinero, CPs, Tablets, Etc., a modo de que no se puedan defender de los criminales en las calles. Todo lo contrario de EE UU, que tienen armas a la hora que las quieran comprar, porque La Ley del Rifle protege la protección para sí de cada ciudadano.
¿Qué pasa en México con los programas que he citado? Pues que son una farsa, la obesidad no es cuestión de proteger a la gente, sino de educar para no comer chatarra que aprobaron los diputados, quitaron la propaganda del alcohol, del cigarro, pero cuando crean hábito se hace vicio y la adicción no se controla fácilmente.
Puedo seguir, basta con señalar que la mujer fue prostituida en los certámenes de belleza, degradando su esencia y haciendo de su belleza un artilugio de consumo capitalista. O sea a la más buena se le puede poseer mediante el dinero, acción que al final las acaba envileciendo y corrompiendo de mente y cuerpo ¿A qué seguir?...

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