Noticia publicada a las 01:08 am 15/10/19

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Entre el presidente y sus regidores, agarraron a patadas, coletazos y zarpazos a la Constitución del Estado de Puebla y de paso, hicieron trizas a la Ley Orgánica Municipal. Ellos y ellas, las regidoras y la síndica, nunca se imaginaron que ser funcionario requiere de honestidad, respeto, ética y sobre todo decencia.
Para ellos y ellas todas, haber llegado sin costo a la presidencia fue una especie de premio divino, sino de Jehová,

de dios Padre y en algunos casos de Alá. Porque siempre les valió madre que para los funcionarios y representantes populares, no “solo hay que ser honestos, sino además parecerlo” y para desgracia y mal fario de Tehuacán, resultaron un fiasco, porque su conducta fue de patanes, de cantineros, de drogos, o de malvivientes que no conocen lo que es la función pública.
Desde el primer momento, para Felipe Patjane Martínez el triunfo de Morena fue como un barril sin fondo al que empezó a llenar de billetes en complicidad con algunos empresarios, contratistas y familiares políticos y consanguíneos. Le llenaron la cabeza de voluptuosidad, de sueños, de ilusiones vanas, pero nunca le dijeron que hay Leyes que cumplir y sus cómplices las omitieron, porque quien pagará las cuentas por PECULADO y DESFALCO A LA ARCAS DEL AYUNTAMIENTO es Felipe, siempre ansioso de gloria, fama y fortuna.
El día del DESINFORME, como lo califiqué, se fue medio llenando el tercer patio del Palacio de lambiscones, familiares, regidores, amigochos y gente vario pinta que era del PRI y del PAN. Ignorantes de la política y de la investidura del gobernador, aplaudían las mentiras del presidente a la vez que sus “invitados” reían y gritaban enloquecidos.
Las cosas cambiaron de tono, de color y de matiz, cuando el C. Barbosa gobernador de Puebla les dio una repasada sobre sus torpezas y sobre sus errores. Como esos de llenar de aventureros del PRI, del PAN y familiares, los puestos diversos que les dieron, porque llegaron a saquear lo que encontraron y algunos ahí siguen.
Hubo una ocasión en que Barbosa ordenó que salieran algunos empleados del PRIAN, porque así le gusta ordenar como cacique, y en su demencia de poder que no pudo, PANtjane despidió a la gente de Morena, valiéndole madre que él sea un intruso y un arribista que nunca tuvo ni partido, dignidad ni vergüenza. La prueba es que en Puebla, su afiliación a Morena fue rechazada por haberse afiliado como vil oportunista en el 2018, cuando ganó Andrés Manuel.
Después de la regañiza que le dio su padrino político, se amparó para no ser detenido por el desfalco cometido por él, los familiares de la novia, sus socios como Omar Pérez y demás caterva de corsarios, que se colaron a Morena. Siempre, riendo a carcajadas de borrachos cada vez que evaluaban el triunfo del Peje. Que sin discusión los benefició a todos ellos y los llevó a ganar muchos millones de lo que tiene que dar cuenta PANtjane cuanto antes.
Ahora, Barbosa tiene que ajustar cuentas a los oportunistas, porque a la par del acto de PANtjane, Álvaro el “bárbaro” Alatriste llenó un salón con 1500 desayunadores y abrió su precampaña a la gubernatura, justo cuando Ernestina no aclara sus cuentas públicas ante la Auditoría Superior del Estado.
Entre tanto, el PAN y sus tres expresidentes ladrones, millonarios y ambiciosos, ya pusieron a –Fabián Correa, para que en la próxima elección, pongan un testaferro falaz y conjuntados PRIAN y Compromiso por Puebla, derroten a Morena, porque no hay políticos dentro de sus filas y menos gente que guarde la compostura y venza sus ambiciones malsanas que tanto daño le hacen a Tehuacán. Ya veremos que hace Miguel Barbosa con estos mequetrefes metidos a políticos de rancho.

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