Noticia publicada a las 01:05 am 02/09/19

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Ganar una elección no garantiza a ser congruente entre el prometer y el hacer. Lo digo, porque las dos elecciones ganadas por AMLO que son la de Veracruz y la de Puebla, tienen una característica peculiar, se basan más en las promesas que en la efectividad y por eso se está cayendo Cuitláhuac García el de Veracruz, que no solo metió ineptos a su gobierno, sino que atasco de familiares su gobierno,

dando al traste con una gran oportunidad en la tierra de políticos grandes como lo es Veracruz.
En el caso de Puebla es de comentarse, la lucha no es contra la pobreza, la inseguridad y la violencia que tanto el secretario de gobernación y el propio gobernador, niegan a cada instante. Sino que se han dedicado a luchar en contra del fantasma del morenovallismo que sigue redivivo en los hechos y las obras, que sus animosos detractores destruyen con señalamientos mediáticos indignos de la ciencia política.
Despintar edificios no conduce a nada, menos lo es llevar la rueda de la fortuna a las ciudades, cuando el pueblo requiere trabajo, apoyos sustanciales, atención a los hospitales, las escuelas abandonadas, plazas de maestros, atención con desayunos escolares a niños de las Sierras, los Valles y las montañas en donde la pinche miseria, sigue haciendo estragos graves por la falta de atención a esos campesinos. Pero hay que llevar soluciones no promesas.
En Puebla, Tehuacán, San Martín, Cholula y otros municipios se están gastando cientos de millones en cuestiones banales. Pero a los presidentes no los tocan ni con el pétalo de una rosa y menos con la hoja de un camote. Tal parece que existe un acuerdo tácito que esconde negras intenciones de corrupción. Porque ahí siguen y hasta los asesoran para que sigan desgobernando.
Eso quiere decir que la 4ta. Transformación no llegó a Puebla, no sirve para nada y solo son jaladas las palabras llenas de promesas del gobernador, que al igual que en Veracruz dentro de dos meses se empieza a caer todo su mundo de fantasías palabreras y llenas de melcocha lopezobradorista que no sirven para dar solución a los problemas de la Entidad, saqueada por el PRIAN y en especial por la banda de rufianes de Moreno Valle, que aún existen en el nuevo régimen, porque llegaron recomendados por el secretario de gobernación.
El Informe de Andrés Manuel está pletórico de promesas, sueños, esperanzas, ilusiones y muchos no perdemos la confianza, porque lo vimos gobernar la ciudad de México, en donde se enfrentó a grandes capos de la política y los venció. Pero AMLO es él y sus imitadores son segundones hasta en el arte de mentir.
Quienes fueron a su primer informe fueron como invitados, pero su estilo de gobernar sus estados denota su falta de honradez, de Ética, de moral republicana, porque muy en el fondo ganaron con la fuerza de Andrés Manuel, pero su esencia de corruptos y de saqueadores no la han perdido y lo sé, porque los veo y oigo mentir y ni eso hacen con elegancia y cuidado.
Ni duda cabe, Amlo es el presidente de excepción y sus gobernadores, simples sabandijas adheridas a las valencianas de sus pantalones, que pena… Por eso no hay cambios a futuro en varias entidades en crisis. Sigamos observando…

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