Noticia publicada a las 02:54 am 21/07/19

Por: Rogelio Martínez Huerta.

Ayer, cuando menos se lo esperaba el talibán del ayuntamiento, llegaron los auditores de la Federación, se presentaron y empezaron a revisar números, más números y seguro se van a encontrar con el diablo metido en la falsificación de precios de patrullas, y otros enseres de esos que se pagaron con dinero Federal. Lo que es uso y costumbre de los comerciantes ratas, quienes por antonomasia gustan de llevar no uno, ni dos,

sino hasta tres libros para evadir al Fisco es decir a Hacienda, o para robarse el dinero de dónde puedan, porque ellos son así y más cuando llegaron de oriente para “hacer la América”.
Mientras esos Auditores Federales trabajan, los problemas siguen. Por ejemplo, regidores que corren empleados sin tener facultades para ello, solo porque su ignorancia de la Ley Orgánica se los permite. Un Oficial Mayor que es investigado por transa en Cholula y en Tehuacán, socio de empresarios. Un marino que pide dinero en Bomberos y que no sabe nada de protección civil y regidores falsarios que no conocen la Ley Orgánica Municipal, porque el gobernador electo nunca se las enseñó. Se incluye el nuevo serial de “aviadores” que los “contralores” que llegaron de Puebla ya encontraron.
Por cierto, este cuerpo edilicio lo único que tiene de “idílico” es el romance del presidente con la directora de Cultura. Romance que se ha viralizado en las redes por los gastos suntuosos, tanto en la adquisición de los inmuebles donde vivirán, como de los cortinajes espesos que lucirán y que rebasan lo imaginable por lo caro de su costo. Y eso que no hablo de los millones que se han gastado en festivales, festejos, comilonas, regalos, autos, casas, Etc.
Es tanta la corrientés con que actúan estos regidores, que uno, antes de iniciar su trabajo como edil, habló de la ignorancia tremenda del presidente al que iba a asesorar. Otra gritonea, ofende y cachetea policías como si estuviera en una cantina; otro más se puso a contratar personal, gastando más de quince millones en pago de esos salarios, de paso estrenó una casa, una camioneta y quiso destituir al presidente como si fuera su gato, cuando fue él alcalde quien lo puso como regidor.
Una más como regidora de cultura (lo que siempre ha desconocido, porque es ignara y petulante como una momia), se puso a gastar en el festival y hasta la actuación artística de la Sindica le pagaron con dinero de la dirección de cultura. Pero sobresale en especial, el nepotismo de la familia Vargas, que brota como pus por todas partes, merced a la terrible corrupción que en la presidencia y en las regidurías prevalece.
Es decir, la comuna, los regidores, los directores, los asesores, los socios de las transas ¡Todos! Son un pinche desmadre, que debe de organizar la construcción de una estatua que enaltezca al gobernador futuro, porque gracias a él están cometiendo toda una bola de pendejadas que nunca se había visto en la historia de la ciudad a la que ya convirtieron en Puercolandia S.A. de C. V.
En resumen, corren empleados, los amenazan, los panistas se divierten como si estuvieran en una fiesta de disfraces, porque andan con su chalequito espanta pendejos de color morado de Morena, para que vean que son gente de Barbosa al que hacen a un lado aprovechando que no ve nada, no camina bien y solo oye a medias.
A la par, la confianza del hijo político de Barbosa crece, entre tanto dislate, corruptelas, tortuosidades, transas de empresarios que no se hartan de andar transando en Ooselite y Osapat y en todos los departamentos. La gente sufre las consecuencias. No hay orden, no hay mando, todos los regidores se sienten presidentes y quienes se conflictúan la vida son los ciudadanos que se enfrentan a la corrupción, porque si desean hacer un trámite tienen que pagar una mordida, una mochada o de plano irse a su casa mentándoles la madre por corruptos, ojetes e hijos de su pinche madre ¿Quién tuvo la culpa de todo este desmadre? Pues el que puso AMLO en Puebla. Continuará (Pero la corrupción)…

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