Noticia publicada a las 03:27 am 17/02/19

Por: Guillermo Zamarripa.

Este problema se da menos en países ricos porque tienen instituciones sólidas. Un entorno de instituciones débiles es más propicio para favorecer la corrupción.
La inseguridad es el tema que más preocupa a la sociedad en México. Pero la corrupción es el tema que más indigna a nuestra sociedad. Lo anterior lo tiene muy claro el Presidente y explica la forma en que ganó. De manera consistente en la narrativa de sus conferencias matutinas el combate a la corrupción es un común denominador. La pregunta es ¿qué tanto podemos esperar que logre?

A continuación varios puntos de análisis y reflexión. El primer punto es que la corrupción es un fenómeno persistente: es difícil eliminarla y en su caso toma tiempo. Hemos escuchado señalamientos, acusaciones y datos, pero nada debidamente soportado que dé evidencia de menor corrupción.
El segundo punto es que para resolver el problema de la corrupción no hay una receta probada ni medida única. Por lo tanto, el argumento de que el ejemplo basta no tiene antecedente ni fundamento.
El tercer punto es que la corrupción existe en menor medida en países ricos y está más presente en países en desarrollo. México como país de ingreso medio va a tener mayor corrupción que países desarrollados. Para reducir la corrupción hay que salir de este nivel de ingreso y no se ve que las políticas económicas que se están planteando vayan a lograrlo.
El cuarto punto es que la corrupción se da menos en países ricos porque tienen instituciones sólidas. Un entorno de instituciones débiles es más propicio para favorecer la corrupción. Veo con mucha preocupación lo que está haciendo el Presidente atacando a las instituciones y poderes autónomos. Esto no va a ayudar al combate a la corrupción.
El quinto punto es que la corrupción se reduce cuando se simplifican los trámites del gobierno. Regulaciones más complicadas y difíciles de cumplir crean un entorno que favorece la corrupción. ¿Qué se ha hecho en esta área? Nada y no se prevé que vayan a hacerlo.
El sexto punto tiene que ver con la educación. Con mayor educación en promedio la corrupción tiende a ser menor. Lo que vemos que se quiere hacer con la Reforma Educativa parece nos va a mover en la dirección contraria.
El séptimo punto tiene que ver con la manera en que se da la corrupción por decisión de la persona. Los individuos deciden ser corruptos o no serlo. Un primer factor que afecta la decisión tiene que ver con el marco legal, la probabilidad de que sea sorprendido y la consecuencia en términos de pena económica y corporal. Dado que el entorno de aplicación de la ley no está cambiando no se espera un impacto tan importante.
El segundo factor tiene que ver con la parte moral y la aceptación social. Ésta es de las pocas variables positivas dado que el ejemplo del Presidente puede ayudar a rechazar al corrupto, pero no es la solución.
El octavo punto es que combatir la corrupción es evitar el uso del poder público para obtener un beneficio considerando en esta categoría el usar dinero público en campañas. La señal es tan clara que esto no lo consideran prohibido. Parece que la corrupción sólo se está vinculando al enriquecimiento personal.
En resumen, la evidencia es clara de que si la narrativa y los hechos siguen como hasta ahora nos van a decir muchas cosas, pero vamos a tener resultados limitados. Dicho de otra forma: no va a cumplir.
Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube

Fuente: Excélsior.

[Regresar a la página principal]