Noticia publicada a las 02:25 am 28/11/18

Por: Rogelio Martínez Huerta.

No por endeble, deja de valer el voto del activista Sergio Mastretta ante el Tribunal Electoral. Tanto vale que, lo pusieron delante de las quejas y lamentos de Barbosa y de Morena que buscaron ansiosos la anulación de las elecciones, mismas que por su falta de peso han sido hechas a un lado, dejándolas para después, porque así es esto en cuestiones de la burocracia en lo que a justicia se refiere.

La acusación de Mastretta se refiere a que un grupo de pistoleros entró justo en el instante en que sufragaba y se robó algunas boletas. Las notas no dicen cuántas, pero no creo que hayan sido muchas, porque de lo contrario no habrían contado las restantes y la casilla hubiera desaparecido para siempre jamás. Detalle que me hace pensar que el delito será echado a un lado por simple, pese a que meter pistoleros más que para matar fueron a espantar y como eso hacía el PRI, pues la verdad esto ya ni es nota para quienes hemos visto cientos de elecciones desde municipales, Estatales y Federales donde había botarates con pistola y con balas de verdad.
Lo trascendente es que hoy miércoles 28 de noviembre, revisan los tribunos de nueva cuenta el caso de la elección de Puebla, hacen feliz a Sergio y después si no surge algún compromiso con quien manda en el Tribunal, darán rienda suelta a sus exactitudes lóbregas en el arte de las patrañas tribunalicias que dejan a la gente con la cara larga si no satisfacen sus requerimientos y hasta son acusados de que se vendieron lo que yo dudo, porque es imposible contar los billetes que tal vez nunca recibieron por sus servicios.
En el 2006, los ministros del Tribunal Electoral del Poder Judicial de Aquella Federación, no sintieron ni un solo remordimiento por anular la elección que ganó sin duda Andrés Manuel. Tampoco se pudieron nerviosos y menos se atolondraron, porque había que revisar algo que no se compara con Puebla. Menos les interesó el dolor y el llanto de los simpatizantes de AMLO y hasta ahora, si pasaron a la historia como miembros del “tribilín”, en nada se ha visto afectados. Por ende, estos comicios ya están calificados y la ganadora es quien hizo una fuerte campaña. Lo demás son pelillos a la mar…
En cambio el informe de Gali Fayad estará saturado de presagios. Para empezar institucionalmente acudirán: Claudia Rivera que por fin se sacudió el yugo de su cacique, Rodrigo Abdala que anda en plan institucional, Martha Éricka que recibirá cinco carretadas de aplausos azules, tricolores, amarillos, verdes, Etc.
Ahí se darán varios síntomas que presagiarán el desenlace de los comicios del 1º. De julio y el llanto, sudor y lágrimas de emoción que se manifestarán, serán el preludio de un triunfo anunciado en favor de la dama de los ojos verdes que hizo una campaña elocuente, la ganó, y como en todo, hubo fallas que aprovecharon sus enemigos jurados que no eran de Morena, sino de ex militantes del PRD, del partido de Dante Delgado Ranauro y a qué seguir. Puro pinche maniobrero que va hacia abajo y si alguien lo duda al tiempo. ¡Brrr! Hace frío, abríguese…

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