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¡Viva Hidalgo!
Noticia publicada a
las 04:18 am 20/07/18
Por: Yuriria Sierra.
Rumbo al cierre de administración, las mañas de algunos funcionarios van más allá al despilfarro vulgar o de la reserva de la información. Otros son más sofisticados: en Ciudad Juárez, por ejemplo, habitantes reportan que incrementó del ambulantaje en la zona centro luego de que autoridades concedieran permisos para ocupar la vía pública una vez que cada comerciante desembolsara una contribución.
Los diputados se despedirán de San Lázaro con más de un millón de pesos en la bolsa. Ahorro, aportación por año trabajado —807 mil pesos por legislador— y una gratificación de 140 mil 504 pesos. Los suplentes y aquellos diputados faltistas no se van con las manos vacías, recibirán su bono proporcional a lo ahorrado. A ese gasto se le suman los cerca de 80 millones de pesos que se pagaron por seguros de vida y seguros de gastos médicos mayores. ¡Viva Hidalgo!
Funcionarios del gobierno de Graco Ramírez, en Morelos, serán jubilados apenas terminen periodo en funciones y eso que algunos no pasan de los 40 años, otros tienen apenas unos años en el servicio público. Recibirán unos 50 mil pesos al mes por hacer nada. El Congreso estatal lo resolvió sin chistar con el apoyo del PRD, del PAN, del PSD y Nueva Alianza. ¡Viva Hidalgo!
Este diario publicó ayer en su portada que la SCJN decidió poner bajo llave cualquier información sobre contratos, facturas por alimentos o viáticos y detalles de automóviles adquiridos. Así que aunque tengamos dudas del cómo y en qué gastan el dinero que se les asigna en el presupuesto, no podremos saberlo hasta que cambien de opinión. ¡Viva Hidalgo!
Sin embargo, rumbo al cierre de administración, las mañas de algunos funcionarios van más allá al despilfarro vulgar o de la reserva de la información. Otros son más sofisticados: en Ciudad Juárez, por ejemplo, habitantes reportan que incrementó del ambulantaje en la zona centro luego de que autoridades concedieran permisos para ocupar la vía pública una vez que cada comerciante desembolsara una contribución. No es nada nuevo, ¿en cuántas partes de la Ciudad de México ocurre así? ¿Cuántos años ésta ha sido una práctica constante? Y es que esas “contribuciones” no son reportadas, pasan directamente del bolsillo de quien las da al bolsillo de quien las recibe; las autoridades recuerdan, más aún en tiempos de transición, que ejerciendo sus funciones también pueden ser merecedores de un bono. Locatarios de la Ciudad de México me han contado que de la nada les realizan revisiones sanitarias: una mayonesa en mal estado es suficiente para la clausura de un establecimiento... a menos que la dádiva entre en acción; otros reportan que les es retirado su permiso para tener zona de fumadores... a menos que la dádiva se haga presente; estos operativos se han hecho muy comunes en las últimas semanas en las calles de la capital mexicana. Lo que en la factura no se anotó, en la calle se aseguró. ¡Viva Hidalgo!
Y hay más formas: en el IMSS, por ejemplo, hay conflicto en la licitación para adquirir ropa hospitalaria y hasta toner; no hay claridad en el procedimiento y los participantes han expresado su inconformidad. La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) reveló que de los 228 mil contratos públicos, 78 por ciento fue por adjudicación directa.
Cualquier análisis contra el plan de austeridad anunciado por Andrés Manuel López Obrador, y vaya que merece una seria revisión, es minimizado cuando recordamos cómo ha operado una parte de la función pública, porque no son todos, pero lamentablemente han hecho fama con su homenaje al héroe de Independencia.