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Política para dementes…
Noticia publicada a
las 02:17 am 09/06/18
Por: Rogelio Martínez Huerta.
Anaya rueda con velocidad rumbo del fracaso, su derrota fue anunciada desde que se asesoró por Diego Fernández de Ceballos, personaje que sin el apoyo del gobierno se reduce a tinterillo chicanero de medio pelo. Eso muy aparte de que, de vez en cuando cerca de las gráficas tomadas por los fotógrafos de los medios de México, llegaba a aparecer la cabeza pelona del “chupacabras” que en esta ocasión sin el sustento de los Bush, perdió fuerza y poder de decisión.
Ahora, frente a las severas acusaciones de lavado, de triangulaciones y de negocios oscuros, Anaya ha perdido la oportunidad de su vida, por haberse convertido en un vulgar trafiquero de negocios turbios. Vale la pena proferir un Resquiescat in Pace por su fallecimiento político. Muy aparte que de sus transas no habrá castigo, porque la corrupción después de la toma del poder por el nuevo presidente, seguirá imperando aunque no le guste a los idealistas.
En Puebla, el juego distractor es proferir agravios, campañas sucias, inventar delitos y señalar cuestiones ocultas de los candidatos a gobernadores. Lejos se encuentran las propuestas, valen más las mentiras y los inventos de nuevas políticas que serán irrealizables. Por esa causa no hago caso de lo que diga el impresentable arribista de Morena o el Dr. Enrique Doger Guerrero que no levantó y ya perdió de antemano ante el empuje de la candidata del PAN.
En Tehuacán, ante una pregunta de algún cafetómano sobre la inseguridad local, le dije sinceramente: A los tehuacanos solo les queda rezar, porque no les pase nada. La causa es obvia, la delincuencia anda desatada, la policía va por su lado y las patrullas no funcionan para la ciudadanía y se dedican a cuidar funcionarios, como es sabido por todos los conocedores de la política local.
Empero, como escribiera Machado, podemos decir: “Cuando de nada nos sirva rezar, caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Los candidatos se han dedicado a prometer seguridad, pero no saben cómo se organiza un cuerpo de policía, menos conocen los nuevos requerimientos para contratar gente y los que se inscriben no logran pasar el “examen de confianza”. Porque es amañado para que caigan en contradicciones.
Por lo tanto, Tehuacán no tendrá futuro y no será raro que el secuestro, el asesinato, las amenazas y los sustos en contra de los nuevos funcionarios que se instalen en Palacio, sean cosa cotidiana. Porque no alcanzarán los policías, las patrullas y los autos para que los gobiernícolas se trasladen cómodamente como se hace ahora.
Además, AMLO no dará soluciones de inmediato a los problemas de los municipios y Martha Éricka, tampoco podrá cuidar a varios millones de poblanos que viven con miedo, angustia y desesperación por el crimen y la violencia. Por lo tanto ¡Recen! Y cuando vean que de nada nos sirve rezar ¡Caminen! Porque es mejor decir: “Aquí corrió que aquí quedó”. Yo por eso me voy pa´ Mérida. Vale…