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AMLO, muy despacito…
Noticia publicada a
las 03:08 am 08/02/18
Por: Rogelio Martínez Huerta.
El experto que con su acusación manida señaló en el 2006 que: “AMLO era un peligro para México”, ayer señaló que “ganará las elecciones sin duda alguna y que Meade, ocupará el tercer lugar”. Esto no tiene duda, aunque AMLO vaya avanzando despacio pero contundente a nivel nacional.
Lo que si nos preocupa es el señalamiento de Porfirio Muñoz Ledo el político más brillante de México,
quien ha predicho en la presentación de su biografía que si el gobierno no reconoce el triunfo de Andrés Manuel lo que viene en seguida será una guerra civil.
En eso hemos coincidido con muchos estudiosos que ven en la anarquía que prevalece en el país, no solo el preludio de un movimiento social violento, sino que su acción va a rebasar a los que ya existen y que solo tienen un origen como fondo, y que es la lucha entra bandas del crimen organizado peleando por todo el país para hacerse de más áreas de poder para la venta de drogas, extorsión, secuestro, asaltos, robo y control de los derechos de piso.
El abandono a los partidos de parte de miles de jóvenes que se pasan a Morena, es el preludio de que el gobierno ya no satisface las esperanzas de la juventud y que tampoco representa algo mínimo para el futuro y con López Obrador se renueva la ilusión de crecer en todos los aspectos, aunque esos estén encuadrados en una política muy elemental en lo económico por girar en la órbita capitalista lo que siempre ha sido una condenación para México.
Ahí radica el por qué AMLO no toca temas de izquierda, haciendo señalamientos superficiales acerca de la mafia del poder, que bien sabe son testaferros de Washington y su predominio geoestratégico de dos siglos.
Quizás por eso no me parece ocioso comparar a Peña con Santa Ana, Videgaray con Miramón, y Cervantes con Mejía, porque con ese triunvirato en el poder, México fue sojuzgado por un breve espacio que le permitió al dictador de opereta negociar a fortiori la mitad del territorio nacional. Mismo que engrandeció la fortaleza económica de los gobiernos de Estados Unidos y depauperó a México, porque prácticamente perdió en esos momentos la grandeza del futuro posterior del granero fértil que pudo haber fortalecido a nuestro pueblo. Claro que no toco las nuevas traiciones del alto clero…
Si observamos en los estados donde habrá elecciones, las situaciones civiles no son estables en ningún sentido. El encarecimiento de los productos básicos, destruyó el bienestar de la gente y el malestar se manifiesta en conversaciones simples, llanas que se escuchan a ras del piso.
El colmo del desequilibrio lo vemos en la falta de honestidad del gobierno que por donde se le busque se cae de corrupción, pues cuando no se comprueba una estafa maestra, vemos el saqueo de los recursos destinados a la reconstrucción de las casas dañadas por los sismos o de plano el trasiego de los recursos destinados para combatir el hambre en donde cientos de miles de millones son desaparecidos sin explicación, como si en el acto, existiera un tácito ¡Sálvese quien pueda! Donde ya ni siquiera cuenta el clásico grito de ¡las mujeres y los niños primero!
Ese fue el resultado de 30 años de salinismo, de entrega del país a los Magnates del petróleo y del enriquecimiento desmedido de los grupos de poder, que ahora ya aparecen como beneficiarios de las “reformas” del peñato y que tanto daño infringieron a la gente que se duele y se angustia sin destino y sin futuro, que no sea el que pueda ofrecer “ya saben quién” si llega a triunfar l 1º de julio del 2018. Porque el PRIAN no tiene ya nada que dar… Veremos.