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TODO EL ORO DEL MUNDO
Noticia publicada a
las 03:21 am 13/12/17
Por: Gerardo Herrera Corral.
“Multimensajero”, es el nombre que muchos físicos dieron al espectacular evento anunciado en octubre pasado.
Cuando se observaron las ondas gravitacionales provenientes de lo que podría ser la colisión de dos estrellas de neutrones, los investigadores del experimento LIGO en los Estados Unidos avisaron de inmediato a los astrónomos de todo el mundo para que éstos enfocaran sus telescopios en la misma dirección.
Así se pudo ver el insólito evento en múltiples ventanas de observación para las que los diferentes aparatos astronómicos están diseñados.
La imágenes obtenidas en radio ondas, en rayos X, en rayos gamma y en el visible de las ondas electromagnéticas, han dado la vuelta al mundo y representan sin duda el mayor espectáculo científico del año.
Entre los muchos mensajes que llegaron hasta nuestro planeta, está el que nos muestra con claridad la formación de elementos pesados en ese violento escenario. Copiosas cantidades de platino, oro, plata, y elementos aún más pesados como el uranio han sido detectadas en los restos de esta descomunal kilonova.
Cuando dos estrellas danzan hasta fundirse, rayos de luz, chispas doradas y fuegos de artificio lo celebran.
El singular suceso fue visto en los cielos del hemisferio norte el 17 de agosto pasado y tuvo lugar hace apenas 130 millones de años en la galaxia NGC 4993. Esta galaxia elíptica se encuentra en la constelación Hidra, que es la más grande de las 88 constelaciones modernas. Hidra se ve como una serpiente retorcida en el cielo. Es una de las constelaciones que estaba también en los catálogos de Ptolomeo. Los griegos conocían esta constelación culebra y construyeron mitos para enmarcar el espectáculo que ofrece su cercanía con la constelación cuervo y la constelación cráter.
En el choque de dos estrellas de neutrones, la materia que las conforma se comprime expeliendo una sopa caliente que alcanza temperaturas de más de 10 millones de grados centígrados. En este caldo se encuentran los átomos más pesados de la tabla periódica de los elementos químicos.
El platino y el oro están entre los metales más caros del mundo. Un kilogramo de cualquiera de ellos cuesta más de mil dólares. Lo irónico es que en esta colisión de estrellas se produjeron el equivalente a 100 planetas como el nuestro en oro y alrededor de 500 planetas en platino puro. Su fabricación debió haber tomado un segundo, quizá dos.
Pero eso no es todo, la inusual cita entre las estrellas nos envió un mensaje más profundo. La emisión de ondas gravitacionales junto con la de ondas electromagnéticas en el mismo evento nos dio la posibilidad de determinar la constante de Hubble. Esta constante nos dice cuál es la velocidad con la que el Universo se está expandiendo. Las mediciones más recientes de este parámetro cosmológico son también las más precisas y nos dicen que las galaxias se alejan de nosotros con una velocidad de entre 67 y 73 kilómetros por segundo por cada mega parsec de distancia que se le sume a los objetos. Un megaparsec equivale a 3.3 millones de años luz de distancia.
Es decir que cuanto más lejos esté el objeto más rápida es su separación de nosotros y que una galaxia a 3.3 millones de años luz de distancia se aleja a 70 kilómetros por segundo, aproximadamente. El problema es que, siendo más precisos, en la velocidad de alejamiento, una de las mediciones nos da 67 y la otra 73 kilómetros por segundo.
La observación de más eventos como el que ocurrió en agosto pasado nos dirá cuál de éstas es la mejor medida. Aunque parece sólo un tema de especialistas, conocer el valor exacto de la constante de Hubble puede ser más valioso que todo el oro del mundo.
* Investigador del Cinvestav
gherrera@fis.cinvestav.mx