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¿LAS GUERRAS SON BUENAS PARA LA ECONOMÍA?
Noticia publicada a
las 04:40 am 18/11/17
Por: Guillermo Fárber.
Esta es la falacia-estupidez keynesiana más peligrosa, delirante y difundida entre algunas mentes muy, pero muy, imbéciles, sobre todo gringas. Las guerras son una catástrofe para todos, menos para unos cuantos países que cumplen tres condiciones asaz infrecuentes. La guerras son “buenas” si y sólo si el país cumple las insólitas tres circunstancias de que disfrutó EU durante las dos grandes guerras del siglo 20.
Una: entrar tarde (6 meses de los 52 meses que duró la primera guerra; y 42 de los 72 que duró la segunda; cuando ya los verdaderos combatientes estaban diezmados-extenuados-agotados-endeudados-desangrados-despedazados).
Segunda circunstancia: venderles a todos los combatientes los productos agrícolas y manufacturados, petróleo, etc. (de aquí vino el auge del henequén yucateco para hacer cuerdas, por ejemplo), que ellos necesitan para sobrevivir y luchar y que no pueden producir por falta de mano de obra, materias primas, terreno, capital, infaestructura. Y la tercera circunstancia es no sufrir las terribles penurias (hambrunas, plagas, bombardeos, torturas, desalojos y 100 horrores más) en su propio suelo. Así, como mirón, geográficamente aislado, con la cartera sana y como proveedor-prestamista a los precios que se le ocurran, ¡qué chuladas son las guerras (ajenas)!
PERO…
Ninguna de esas tres circunstancias se da hoy en EU. En Afganistán llevan ya 16 años (es la “guerra” más larga de su historia) y no tienen para cuándo retirarse, lo mismo que de Irak, Siria, Libia, Somalia, Sudán. Hoy EU ya no es la fábrica del mundo; lo es China. Y esta vez no hay la menor posibilidad de que EU logre mantener los balazos fuera de su territorio; al contrario, los cocolazos en serio (nucleares) comenzarán dentro de sus fronteras (lo que no es ninguna buena noticia para nosotros, sus vecinos). En 1917, cuando entró en el pleito, EU era un imperio en pañales. Al finalizar la guerra, EU ya se había consolidado y comenzado a sustituir a su mamá Inglaterra como potencia hegemónica mundial. En 1945 era el mayor acreedor del mundo; hoy es, por muuuuucho, el mayor deudor no sólo del mundo, sino de la historia de la humanidad y además, horror de horrores, el petro-yuan y el petro-rublo amenazan con quitarle al petro-dólar la calidad de moneda de reserva mundial.
LA CRUDA VERDAD
Para los países que las sufren en carne propia y no meramente las usan como mercado monopólico, las guerras son un desastre moral, social, político y económico: liquidan capas enteras de la población (principalmente a sus hombres jóvenes), prostituyen a buena parte (principalmente a sus mujeres jóvenes), mandan el PIB a la basura, desatan la inflación, detonan la carestía, arrasan la infraestructura, dejan hordas de huérfanos y mutilados, etc. Un dato: la estatura promedio de los hombres franceses disminuyó 20 centímetros en los 16 años en que el psicópata Napoleón hundió a Europa en sangre. Explicación: a los franceses más altos los escogía el chaparrín para integrar sus cuerpos selectos, que eran los primeros en la línea de fuego y, consecuentemente, los primeros en caer.
WAR IS A RACKET
La Guerra es una Estafa es el título del libro publicado en 1935 por el general gringo Smedley Butler (1881-1940 y ningún pelagatos: fue el militar más condecorado en la historia de EU), donde (Wikipedia) “denuncia el uso de las fuerzas armadas de los Estados Unidos para la ganancia de Wall Street.
Detalla cómo Estados Unidos intervino militarmente en Latinoamérica para ganancia de las grandes compañías estadounidenses, pasando el costo de la guerra finalmente a los ciudadanos estadounidense”.
Un comentario alusivo: “Millones murieron en la primera y segunda guerras mundiales para enriquecer a unos pocos.
Es duro afirmarlo, pero fuimos (nosotros la humanidad) engañados vilmente y aún lo somos.
Marchamos a la guerra a matar y morir por motivos que no son reales y mucho menos justos. Somos manipulados descaradamente y aun así nos seguimos prestando a esas aventuras”.