Noticia publicada a las 01:38 am 18/10/17

Por: Redacción.

* En 23 años de TLCAN el Gobierno renunció a dotar al país de una política industrial y agrícola que generara un mercado interno fuerte y robusto para aprovecharlo, afirman investigadores de la UNAM.

CIUDAD DE MEXICO.- La renuncia de los gobiernos mexicanos a contar con una política industrial y agrícola que generara un mercado interno fuerte y robusto para aprovechar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) impidió el desarrollo económico del país,

aseveraron especialistas en el Seminario “El TLCAN a 23 años de su existencia: retos y perspectivas”, organizado por la Universidad Panamericana y El Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Con el TLCAN, hubo modernización de la economía “pero se extravío el desarrollo económico” y la responsabilidad no es del tratado sino de los gobernantes porque no hicieron nada para atender los huecos productivos que se generaron e incluso se crearon nuevos “porque nos abrieron a la competencia en un ring sin cuerdas y ramas enteras de la producción cayeron”, aseveró Rolando Cordera, coordinador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM.
Ricardo Ramírez Hernández, juez de la Organización Mundial de Comercio (OMC), consideró que con o sin TLCAN en México se debe trabajar para implementar una política industrial, una política agrícola y abatir la desigualdad, además de asegurar el Estado de Derecho y erradicar la corrupción. Sin ellos, dijo, “no hay tratado que nos alcance”.
“Cualquiera que sea el resultado del TLCAN debe atender esos 5 puntos porque en 1994 eso nos pasó: firmamos y nos olvidamos de los perdedores aún cuando México, por ejemplo, podía haber apoyado y dado subsidios a sus agricultores”, indicó.
Cordera abundó que ha habido un crecimiento económico insatisfactorio y “una especie de falla geológica” que el Estado no ha podido encarar porque renunció a su obligación redistributiva y “en el mejor de los casos de volvió compensatorio”.
Sostuvo que el país aún no recupera la trayectoria de crecimiento que venía dándose en el desarrollo económico y el PIB per cápita desde el gobierno del general Lázaro Cárdenas hasta antes de las crisis económicas de la década de los 80.
“No se crearon las condiciones para interiorizar la ganancia externa. Las ganancias logradas por las exportaciones se van a las importaciones o al rentismo. No hay suficiente empleo y el 19.1 por ciento de la población en edad y posibilidades de trabajar no está siendo usada. El salario mínimo en México es impresentable y hoy los salarios sólo aportan el 28 por ciento del producto interno bruto (PIB) contra el 40 por ciento de hace unas décadas y nos volvimos un país de bajos ingresos porque ha aumentado la proporción de trabajos con menos de 2 salarios mínimo incluso en la industria automotriz, así que no es un problema de productividad sino de debilidad en el trabajo… Así no se puede aprovechar el tratado”, expuso.
Acotó que el TLCAN no ofrecía desarrolllo per se, aunque así nos lo vendieron, y sólo permitió acceso al mercado más grande del mundo. Por sí solo no logró recuperar la trayectoria de desarrollo y se abrió más la brecha y aunque hay regiones Nafta, como en El Bajío, “seguimos siendo una sociedad muy vulnerable” porque apenas una minoría de 20.5 por ciento de los mexicanos no son pobres ni vulnerables.
En entrevista posterior, Cordera consideró que el gobierno federal apenas está tratando de impulsar “tímidamente” una industria nacional con medidas como la creación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), para corregir la postura que desde la primera negociación del TLCAN adoptaron las autoridades de que “la mejor política industrial es que no haya”.

Fuente: Por Esto.

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