Noticia publicada a las 04:15 am 08/12/16

Por: FEDERICO ARREOLA.
@FedericoArreola

“Hoy no salir en televisión es un signo de elegancia”
Los que mandan
Los propietarios de las tres grandes cadenas de televisión deben estar seriamente preocupados por el desprestigio de ese medio de comunicación.
Saben, lo están sufriendo, que las audiencias han caído. No solo por el avance tecnológico –es decir,

por la competencia del internet–, sino también y sobre todo, por la falta de credibilidad de lo que transmiten, así lo hagan con las mejores intenciones y recurriendo a los más prestigiados intelectuales.
Durante décadas, la gente no creyó en la televisión; así que, cuando pudo reemplazarla como medio de entretenimiento, lo hizo.
¿Qué ha sido la televisión para la gente en todo el mundo?
Vale la pena expresarlo en algunas simples frases de personajes conocidos:
1.- De Groucho Marx: “Yo encuentro la televisión bastante educativa. Cuando alguien la enciende en casa, me marcho a otra habitación y leo un buen libro”.
2.- De Umberto Eco: “Hoy no salir en televisión es un signo de elegancia”.
3.- De Federico Fellini: “La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural”.
4.- De Claude Lévi Strauss: “Cansa el primitivismo de la televisión”.
5.- De Truman Capote: “Me gusta hablar en la televisión sobre las cosas que no me gusta escribir”.
6.- De Jaume Perich: “La televisión es a la cultura lo que el microondas a la gastronomía”.
Rius
Los directivos y propietarios de las grandes cadenas de televisión están apostando a la renovación.
Se reconoce y aplaude el esfuerzo de empresarios tan talentosos y esforzados como Emilio Azcárraga y Bernardo Gómez, de Televisa; Ricardo y Benjamín Salinas Pliego, de TV Azteca, y Olegario Vázquez Aldir y Ernesto Rivera, de Imagen Televisión.
Pero...
Tal vez, para partir de un buen diagnóstico, deberían leer al menos el título de un libro de Rius, Publicidad, televisión y otras porquerías.
Los moneros
La lectura de Rius les servirá para entender el momento exacto en que la televisión mexicana perdió absolutamente su credibilidad: ocurrió en las protestas de 2006 y meses y aun años después cuando otros moneros –Hernández, El Fisgón, Helguera– hicieron cartones para cuestionar a los directivos y periodistas de la TV que la gente reprodujo y colocaba en cada manifestación en árboles y postes del Paseo de la Reforma de la Ciudad de México.
Este cartón fue la ruina de la televisión mexicana:

Ojalá los empresarios que controlan la TV en México lo analicen para que no comentan nunca más los errores ni caigan en los abusos que hicieron de esa caricatura uno de los símbolos de la resistencia no solo contra el fraude electoral, sino contra el autoritarismo mexicano tan hostil a la cultura.
Aristegui, Villamil, Proceso y La Jornada
El cartón de Hernández puede ser injusto con algunos queridos periodistas que han hecho su trabajo con profesionalismo y que, sin duda, son absolutamente honestos. El problema para ellos ha sido su trabajo en el medio que se quedó sin credibilidad.
Para recuperarla tendrán que ver ese cartón mil veces y leer a Rius otras tantas. Y además entender todas las críticas de años de Carmen Aristegui, de Jenaro Villamil, de la Revista Proceso, de La Jornada.
No les queda de otra. Digo, si quieren recuperar lo que internet se llevó.

Fuente: Sdpnoticias.com

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