Claudia Guerrero Martínez
"ENTRE LO
UTÓPICO Y LO VERDADERO"
Gilberto Nieto Aguilar
"LIBERTAD
Y EDUCACIÓN"
Martín Quitano Martínez
"ENTRE
COLUMNAS"
Evaristo Morales Huertas
"VERACRUZ
EN LA MIRA"
Luis Hernández Montalvo
"MAESTRO
Y ARTICULISTA"
César Musalem Jop
"DESDE
LAS GALIAS"
Ángeles Trigos
"AIDÓS
Q DíKE"
La mujer es lo más bello de la vida, cuidemos de ellas...
Sobre la Calumnia
Noticia publicada a
las 03:13 am 30/06/16
Por: Paola Carmen Boullosa.
“Perseverar en el cumplimiento del deber y guardar silencio es la mejor respuesta a la calumnia”.
George Washington
La calumnia es la acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño. En derecho es la imputación de un delito hecha a sabiendas de su falsedad… y en la cotidianidad una circunstancia más que debemos manejar, porque siempre habrá quien henchido de malicia intente provocarnos,
agredirnos y hacernos pasar un mal rato.
Y el mal rato pasará y también la provocación y la calumnia, porque no está comprobado que duren para siempre. Como tampoco está comprobado que se disipen con la verdad que las desmienta, ya que es muy posible que otros decidan dudar y emitan nuevas opiniones generando más calumnias sobre la inicial. Pero la verdad llega y se queda sólo en aquellos que tienen el interés de que así sea, la voluntad enfocada hacia el bien, el entendimiento, la conciencia y, sobre todo… la sensibilidad. Nadie está exento de lo que se pueda llegar a decir de uno.
La calumnia sólo dura lo que se le permita, y eso no lo decide nadie fuera de uno mismo; no importa el eco o el escándalo que haya podido generar o los juicios que se hayan emitido… en estos casos para quien sabe su verdad lo demás poco importa.
La verdad, la certeza y la paz son de esas cosas en la vida de las que uno debe proveerse sistemáticamente, la verdad porque es el único espacio dónde se puede ser y estar, la certeza porque se necesita creer en uno mismo y en que los procesos de la vida son perfectos, y la paz porque se necesita vivir sintiendo y sabiendo que todo pasa por algo y que nada es permanente.
La verdad, la certeza y la paz ofrecen una fórmula casi perfecta para la sobrevivencia. No se puede pensar, ni razonar, ni siquiera sentir correctamente cuando uno mismo, tras una situación como ésta, permite que la ansiedad y el estrés invadan su vida. Y sí, las calumnias indignan, lastiman y merman… el sentimiento de injusticia es innegable que surja, así como la exposición personal que provocan estas situaciones, sin embargo es ahí… en las grandes pruebas que nos presenta la vida, donde nuestro carácter se prueba, nuestra paciencia se educa y nuestra confianza se fortalece.
Por eso hoy le invito a apoyarse en la verdad, en la certeza y en la paz, cuando alguien intente causarle un daño de ésta u otra naturaleza. Sabemos que no se puede detener la voluntad ajena, pero tampoco nadie puede detener su voluntad para evitar que esa intención de causarle daño se cumpla, sencillamente, porque siempre podrá elegir cómo reaccionar ante lo que ocurre en su vida y ante ese nuevo panorama que se le presenta… y que sólo depende de usted. Como decía G. Washington: “Perseverar en el cumplimiento del deber y guardar silencio es la mejor respuesta a la calumnia”.
No caiga en provocaciones porque eso es lo que busca el malintencionado, no pierda tiempo analizando las causas que le han movido para señalarle a usted y pretender causarle un daño… la maldad tiene razones que la bondad no entiende, así que mejor analice qué es lo que pretende ver en su reacción y enfóquese en que eso no sea posible, siga con su vida y su verdad; sea firme en su silencio y pronúnciese sólo si es indispensable y que su discurso sea breve, prudente e indiferente. Su atención nunca debe seguir las pautas que otros pretendan marcarle, sino las que usted haya elegido. No otorgue a nadie el poder de distraerle de sus obligaciones y del ejercicio de sus derechos, no permita que nadie le prive de elegir lo que sigue después, nadie puede negarle esa gran oportunidad.
Créame, desgraciadamente en la vida siempre habrá quienes elijan la maldad como su fuente de satisfacción, déjeles bien claro que su vida significa mucho más y merece mucha más atención y respeto que sus sombrías intenciones. Mientras… respire hondo, mantenga la calma y ocúpese, como todo esto también pasará y la verdad, aunque a veces no lo parezca… siempre llega a tiempo. ¡Felices deberes, felices silencios!