Claudia Guerrero Martínez
"ENTRE LO
UTÓPICO Y LO VERDADERO"
Gilberto Nieto Aguilar
"LIBERTAD
Y EDUCACIÓN"
Martín Quitano Martínez
"ENTRE
COLUMNAS"
Evaristo Morales Huertas
"VERACRUZ
EN LA MIRA"
Luis Hernández Montalvo
"MAESTRO
Y ARTICULISTA"
César Musalem Jop
"DESDE
LAS GALIAS"
Ángeles Trigos
"AIDÓS
Q DíKE"
La mujer es lo más bello de la vida, cuidemos de ellas...
Perros que olfatean el cáncer
Noticia publicada a
las 02:47 am 31/08/15
Por: Raymundo Canales de la Fuente.
* Los canes tienen la capacidad de identificar una molécula en un trillón.
Gran Bretaña acaba de aprobar un protocolo de investigación a gran escala, para demostrar la utilidad de un grupo de perros entrenados para olfatear el cáncer de próstata. En los primeros ensayos experimentales,
se les otorgaron premios a los labradores que pudieron distinguir muestras de orina provenientes de enfermos con cáncer de próstata, y presentaron una exactitud de más de 90%. La eficacia de los perros para detectar olores, ha sido motivo de entrenamiento para encontrar sustancias prohibidas; en los aeropuertos estamos acostumbrados a verlos inspeccionar equipajes diversos, y la sola sospecha del animal desencadena un mecanismo policiaco.
Los biólogos y etólogos animales saben hoy que los canes, que poseen un sentido del olfato muy agudo, tienen la capacidad de identificar una molécula en un trillón, eficacia muy superior a la de cualquier aparato diseñado por el hombre. De hecho existen avances tecnológicos en el desarrollo de “narices artificiales”, pero no han sido capaces de competir con los animalitos.
El protocolo en cuestión va a correr junto con la prueba sanguínea de detección llamada “antígeno prostático”, que sabemos el día de hoy que presenta un número relativamente elevado de falla, por lo que la exposición al olfato canino probablemente incremente la eficacia de la detección temprana.
Las células malignas del tumor despiden ciertas sustancias olorosas volátiles, por supuesto en cantidades tan pequeñas que son indetectables para el olfato humano, pero accesibles a los perros entrenados y con la enorme ventaja de que cada uno puede examinar centenares de muestras por día con poco esfuerzo, simplemente hay que otorgarles las condiciones adecuadas.
Alguno de los investigadores involucrados mencionó que los perros están regresando a uno de los principios antiguos de la medicina, en los que el médico examinaba directamente el olor y las características físicas de las diversas secreciones humanas, con la finalidad de hacer diagnóstico o evaluar un tratamiento.
Me detengo aquí para hacer una breve reflexión respecto a las razones por las que no existen hallazgos e investigaciones de este estilo en nuestro medio, y tristemente me parece que está en relación con las actitudes malinchistas de quienes ejercen el poder político o toman las decisiones en ciencia.
Me bastó imaginar la cara que pondría cualquier personaje encumbrado en nuestra salud al presentarle un protocolo (antes de que se conocieran estos hallazgos), en el que alguien pretendiera usar perros para olfatear cáncer; estoy seguro de que el investigador sólo obtendría burlas y descalificaciones, pero cuando el trabajo proviene de un país del primer mundo, esos mismos personajes lo ponderan de forma sesuda y responsable.
Triste panorama que no permite el progreso; conozco personalmente múltiples ejemplos de ideas brillantes que se desechan sólo por “el prestigio cuestionable” de quienes las generan. Ojalá cambiemos de actitud como sociedad, y lo entiendan nuestros limitados políticos.