Noticia publicada a las 04:16 am 03/05/15

Por: Redacción.

Hace un año, el Banco Mundial alertó, después de un análisis de veinte años en territorio mexicano –en más de 2 mil municipios–, que la desigualdad estaba disparando la violencia. Enrique Peña Nieto ya era Presidente. El análisis, sin embargo, es el mismo que se hizo durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

La investigación “La desigualdad del Ingreso y el Delito Violento: Evidencia de la Guerra contra las Drogas de México”, sostiene que la pobreza y la desigualdad aumentaron la violencia en el país.
“Desde el punto de vista costo-beneficio, los beneficios de la delincuencia también son mayores en las sociedades más desiguales, mientras que el costo potencial (las probabilidades de ser atrapado o tener que sobornar a la policía para evitar la detención, por ejemplo) es más bajo”, cita el estudio también retomado por la Universidad de Harvard.
El Gobierno de Peña Nieto ha mantenido, durante tres años, la misma estrategia que desató la espiral de violencia con Calderón: el ataque de las cúpulas, el desplazamiento del Ejército mexicano a tareas de policía y el abandono de políticas sociales que recuperen las comunidades. Analistas nacionales y extranjeros advirtieron al mandatario del Partido Acción Nacional (PAN) sobre el error de sostener una estrategia basada en la violencia. Lo advirtieron también al nuevo Presidente, emanado del Revolucionario Institucional (PRI).
El trabajo del Banco Mundial tomó una muestra de los ingresos de 2 mil municipios mexicanos a lo largo de 20 años y obtuvo porcentajes a través del coeficiente Gini, un método frecuente para medir la inequidad en una localidad. Mientras que el 90 por ciento de los municipios experimentó una declinación en la inequidad de ingresos entre 1990 y el 2005, ese mismo porcentaje cayó al 78% de las municipalidades a partir del 2005 al 2010.
Estos datos tienen relación directa con la violencia, según el Banco Mundial, ya que de 1990 al 2005, el nivel de homicidios siguió una tendencia a la baja, pero esta situación se revirtió del 2005 al 2010, cuando las cifras de homicidio incrementaron de 11 a 18 por cada 100 mil habitantes.
Los autores del estudio, Ted Enamorado de la Universidad de Princeton; y Luis Felipe López, Carlos Rodríguez Castelán y Hernán Winkler del Banco Mundial, sostuvieron en su momento que este aumento de la violencia pudo ser mucho más espectacular de no ser porque los porcentajes de equidad de ingresos mejoraron en ciertas regiones.

Los responsables

En relación al trabajo del Banco Mundial, Journalistresource un proyecto para periodistas impulsado por la Universidad de Harvard concluyó que “mientras que el número de homicidios relacionados con las drogas ha comenzado a descender o a declinar bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto, elegido en 2013, la violencia sigue siendo endémica en algunas partes de México”.
A través de una publicación el proyecto periodístico evidencia también el papel del ex Presidente Felipe Calderón y su “Guerra contra el narcotráfico”, que derivó en la muerte de 60 mil personas entre el 2006 y el 2012, así como de 26 mil mexicanos desaparecidos.
Según Journalistresource, los esfuerzos de Calderón dirigidos a disipar los líderes de los cárteles provocaron que, los mismos, iniciaran una lucha por afianzarse en la industria del crimen valorada en miles de millones de dólares.
“Al tiempo que el tráfico de drogas iba cayendo, éste alentó a las organizaciones criminales a dirigirse a otros crímenes tales como secuestros, extorsión y tráfico doméstico, para estimular sus ganancias”.

Fuente: Por Esto.

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