Noticia publicada a las 04:57 am 24/11/14

Por: Manola Álvarez S.

PUEBLA, PUE.- El país está confundido, dolido, lleno de suspicacias y desconfianza.
El presidente Enrique Peña Nieto ha manifestado que personas enemigas de su proyecto de país tratan de desestabilizar a México.
Al analizar los acontecimientos derivados de la desaparición forzada de los alumnos normalistas en Iguala, surgen los siguientes planteamientos:

El presidente Municipal del municipio guerrerense, acusado de dar las órdenes para desaparecer a los estudiantes, llegó a ocupar el cargo apoyado por el PRD: su padrino directo fue el secretario de Salud del gobierno de Guerrero, apoyado por Andrés Manuel López Obrador para ser el próximo mandatario del Estado. Su esposa, hermana de sicarios del cártel de los Beltrán Leyva, dos de ellos asesinados y en cuyos cadáveres aparecieron los mensajes de los responsables relacionados con sus actividades delictivas, era consejera nacional del PRD y pretendía sustituir a su esposo en la Presidencia Municipal
El hoy ex gobernador Ángel Aguirre llegó al poder con el apoyo del PRD y del PAN que hizo renunciar a su candidato para apoyarlo. Gustavo Madero le levantó el brazo lleno de emoción. Se dice que tenía relaciones de amasiato con la esposa de Abarca y que antes de huir estuvo una hora en su despacho.
Los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, no se encontraban en sus escuelas ni en actividades académicas fuera de sus planteles. Iban a bordo de seis autobuses secuestrados con rumbo a la reunión en que se celebraba el informe de la esposa del presidente de Iguala, aparentemente para boicotearlo. Según escribe un columnista informado en el tema en el periódico El Universal, uno de los camiones estaba cargado totalmente con goma de opio y saldría al día siguiente hacia la frontera con el objetivo de llegar a los Estados Unidos. Señala que la zona de Iguala es una de las principales productoras de amapola, de donde se extrae la goma de opio con la que se produce heroína y que incluso el presidente Barack Obana se ha referido con preocupación a este tema.
Que esta situación ha propiciado el interés de los grupos de narcotraficantes por controlar la región de Iguala y que los principales son los Guerreros Unidos y los Rojos, grupos que se formaron después de la muerte de Beltran Leyva.
Así que la orden fue detener el convoy de tres camiones en el que iba el de la droga y no a los otros tres, por ello la policía municipal de Iguala, los atacó directamente y a los sobrevivientes que creían pertenecían a los Rojos se los entregaron a la policía de Cocula y posteriormente a los del cartel rival. Esto explicaría el por qué de tanta saña con uno de los normalistas asesinados y posteriormente desollado. Así como que el estado de Guerrero esté lleno de fosas con cadáveres desde hace muchos años y que, según denuncias de los habitantes, todos los días se presentan nuevos enviados a tirar cuerpos.
Las explicaciones de la Procuraduría General de la República que coinciden con lo manifestado por el sacerdote Solalinde, es que después de que los entregaron a los sicarios, éstos los mataron y los quemaron usando diesel y llantas durante varias horas; que cuando quedaron huesos y cenizas los destruyeron lo pusieron en bolsas de basura y los arrojaron a un río. Las fracciones de hueso que se encontraron en el lugar fueron enviadas a universidades europeas y se está a la espera de los resultados para saber si son de algún normalista.
Los padres de los estudiantes no aceptan esta versión, lo que se entiende por la reacción psicológica de la negación. Han salido en caravanas que recorren el país utilizando un lenguaje que no parece el propio de quienes han perdido un hijo y se muestran decididos a todo para recuperarlo, sino de un grupo totalmente politizado que lanza consignas aun sabiendo que nadie está obligado a lo imposible exigiendo que los entreguen vivos.
Nunca los he oído decir que exigen justicia contra los sicarios, o que les entreguen a Abarca para interrogarlo, torturarlo, despedazarlo y quemarlo por lo que ordenó que les hicieran a sus hijos. Tampoco piden que se presente al exGobernador Ángel Aguirre por ser cómplice de Abarca. Ni tampoco exigen la responsabilidad del PRD. Y mucho menos de López Obrador. Sólo le reclaman al Presidente y a su gabinete porque no los encuentran y esto resulta totalmente incongruente.
Las caravanas a las que se les han unido los maestros de la CNTE, que después del encarcelamiento de Elba Esther Gordillo, no hay quien los controle, están por todo el territorio a bordo de autobuses, no sé si secuestrados o proporcionados por alguien. Y desde luego el padrino del padrino de Abarca, el líder de Morena los apoya, ataca a Peña Nieto y pide la desaparición de las reformas estructurales. Parece que muchos intereses se están aprovechando de la tragedia para llevar agua a su molino.
¿Usted qué opina, hay o no intenciones de desestabilizar a México?
La otra vertiente es la investigación periodística de Carmen Aristegui sobre la casa de Angélica Rivera llamada por la comunicadora “La casa blanca”. Todos los que escribimos tenemos filias y fobias y estamos en nuestro de derecho de sostenerlas. Lo que no se vale es sorprendernos porque hemos sido descubiertas. Las fobias de Carmen Aristegui manifestadas constantemente en sus programas, especialmente los de radio son: Televisa, el PRI y Peña Nieto. Y entre sus filias esta en lugar preponderante López Obrador.
En entrevista con el vocero de la Presidencia se mostró muy sorprendida y hasta indignada porque Peña Nieto dijo que no sabía si su reportaje era parte de la campaña desestabilizadora en contra del proyecto de país que él sostiene. Aceptó que nunca se comunicó con el vocero para pedirle información al respecto, porque lo hizo por escrito a los empleados encargados de contestar las solicitudes de información y que “coincidentemente”, la investigación se terminó y se tuvo que publicar en su blog cuando el Presidente y su esposa iban camino a China y se había cancelado el resultado de la licitación del tren a Querétaro con la empresa de ese país asociada con dos empresas mexicanas, una de ellas con la que celebró Angélica Rivera un contrato de compraventa con reserva de dominio, por lo que aún está a su nombre la propiedad.
¿No sabía la comunicadora el daño que le iba a causar a la imagen de Peña Nieto con su trabajo de investigación periodística? Parece que además de los políticos algunos periodistas también pretenden atentar contra nuestra inteligencia. Sí lo hizo, como parece, con ese propósito, pues que lo asuma, tuvo un gran éxito.
Peña Nieto deberá quitarse el síndrome de Tlatelolco, de Acteal y de Atenco. Y con apego a la ley y la protección a los derechos humanos hacer que se respeten las instituciones. De lo contrario sus enemigos que son muchos y que nunca estarán de acuerdo con nada de lo que haga, le apostarán a la desestabilización del país sin importarles lo que esto signifique para México.

alvarezenriqueta@hotmail.com

Fuente: E-consulta.

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